El truco de experto con el que los calabacines se conservan frescos como recién comprados durante una semana entera

Un sencillo método para no tener que congelarlos pero que tampoco se nos pasen

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Ahora que el calabacín está en su temporada natural y podemos encontrar en la frutería y el supermercado los mejores ejemplares de esta verdura, hay que aprovechar y que no nos falte nunca en casa. No solo por la cantidad de recetas ligeras  y fáciles, perfectas para el verano, que podemos hacer con él. También por todos los nutrientes en forma vitamina C, potasio y mucílagos que aporta. Claro que su textura dura y tersa puede desaparecer demasiado rápido con el calor si no los gastamos rápido...

¿ Sabías que si se almacena de la forma correcta un calabacín puede durar fresco alrededor de una semana? Para ello, no solo es necesario tirar de frigorífico, también es importante que el calabacín sea firme, de tamaño medio y que no tenga ninguna mancha ni arruga. Además, es clave no pelarlos ni lavarlos hasta que vayamos a consumirlos porque el agua acelerará el proceso de maduración.

Tampoco se debe trocear antes de guardarlo porque se conservan mejor cuando están de una pieza. Además, no debemos exponerlo a la humedad del frigorífico sin protección, hay que guardarlo dentro de una bolsa o envolverlos con film. Para permitir que los calabacines transpiren puedes hacer una pequeña hendidura.

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Por último, otro aspecto importante es que no vale con dejarlo en cualquier balda de la nevera sino que hay que almacenarlo dentro del cajón de las frutas y de las verduras. Eso sí, teniendo en cuenta que no es recomendable mezclar en él el calabacín junto con manzanas, aguacates, plátanos o tomates. Esto se debe a que son frutas que producen etileno y los calabacines sen sensibles a este compuesto.

No obstante, si crees que va a pasar más de una semana hasta que consumas el calabacín, puedes congelarlo. Algo para lo que también es necesario un sencillo proceso que consiste en escaldarlos en agua hirviendo durante unos tres o cinco minutos y cortados en rodajas. Luego los pasamos por un bol con agua fría y los secamos con papel absorbente. Finalmente, los metemos enun recipiente hermético y congelamos. Recuerdo que no deberá pasar congelado más de seis meses.

Foto de portada | Jason Briscoe

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