Para perder peso solemos elegir actividades que incentiven considerablemente el gasto calórico de nuestros días, tales como rutinas HIIT, correr o clases colectivas con entrenamientos intensos. Sin embargo, no siempre es imprescindible que una actividad queme muchas calorías, sino que el yoga puede ayudarte a adelgazar aunque no genere gran consumo de energía y te contamos cómo.
El yoga reduce el estrés
El yoga puede no ser muy efectivo para quemar calorías, pero resulta muy favorable para controlar factores que nos incentivan a engordar tales como el estrés.
Dado que el estrés contribuye a que comamos más y peor así como a que almacenemos más grasas, la práctica de yoga puede ser verdaderamente efectiva para reducir sus niveles y así, ayudarnos a perder peso.
De hecho, un estudio señala que puede ser igual de efectivo que caminar al momento de adelgazar y reducir grasa abdominal.
Te ayuda a mantener y ganar masa muscular
Aunque no es tan efectivo como realizar ejercicios de musculación o una rutina a base de ejercicios multiarticulares y con carga, con la práctica de yoga podemos tonificar diferentes músculos: desde la zona media del cuerpo hasta las extremidades.
Por ello, podemos mantener e incluso ganar masa muscular con la ayuda del yoga, siendo esto muy favorable para quemar más calorías en reposo y mantener activo nuestro metabolismo.
Mejora el descanso nocturno
El descanso nocturno o la calidad del sueño es, junto a dieta y entrenamiento, clave al momento de perder peso.
Una investigación realizada en hombres y publicada el año pasado constató la utilidad del yoga al momento de controlar el peso y la obesidad a largo plazo, influyendo de forma positiva sobre el sueño y descanso nocturno.
Cuando dormimos mal o poco experimentamos más hambre y menos saciedad, de allí que la pérdida de peso se dificulta y tenemos más probabilidades de engordar. Por eso, la práctica de yoga que nos ayuda a dormir más y mejor puede ser favorable al momento de adelgazar.
Mejora el autocontrol y el reconocimiento de señales del cuerpo
El yoga requiere de mucha conciencia corporal e incentiva la misma, ayudando de una u otra forma a la autoregulación no sólo de aspectos físicos sino también de emociones, sensaciones internas y demás.
Así, el yoga puede promover la indentificación del hambre y la saciedad, así como del apetito. También puede contribuir a que llevemos una alimentación más consciente, más adecuada a nuestras necesidades pero con sensaciones placenteras ante la ingesta de alimentos que nos agradan.
Por todo esto también, el yoga puede ser de utilidad al momento de adelgazar cuidando la salud del organismo.
Ya vemos que hay muchos otros aspectos del ejercicio, más allá de la quema de calorías, que son de gran ayuda al momento de adelgazar y el yoga lo ha demostrado.
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