María Yuste
Editor SeniorEl perfil de los consumidores de café es un espectro que va desde aquellos a los que les vale con prepararse uno soluble instantáneo todas las mañanas hasta quienes pesan los granos enteros de café antes de proceder a molerlos ellos mismos. Hay incluso personas para las que el descafeinado es poco menos que una ofensa. Lo que a lo mejor no habías escuchado todavía es que, en la búsqueda de la taza perfecta de esta bebida energética, ahora se ha puesto de moda evitar lavar la cafetera italiana con detergente.
Detrás de este acto de no lavar la cafetera utilizando productos de limpieza se encuentra el miedo a que hacerlo pueda afectar al sabor del café, dejándole un regusto extraño o una sensación jabonosa.
Además de esto, también sustentan esta creencia en la idea de que los aceites naturales del café se van impregnando en la cafetera con el tiempo, contribuyendo a que el café mejore en cada preparación. Así que muchas personas se limitan a enjuagar la cafetera con agua caliente, sin usar detergente ni ningún otro agente de limpieza.
Sin embargo, no hay que perder de vista que la cafetera es un utensilio de cocina como cualquier otro y que no lavarlo correctamente puede ser contraproducente. De estos peligros ha alertado el nutricionista Ander Iglesias en su cuenta de Instagram @comersindrama.
Del mismo modo que no se te ocurriría no lavar los platos, sartenes o cucharas después de cada uso, la cafetera también requiere de una correcta limpieza para evitar la acumulación de residuos, bacterias y otros microorganismos. Porque, que no podamos verlos, no significa que no estén ahí. Sobre todo, pueden proliferar en aquellos rincones difíciles de alcanzar o donde se acumula humedad.
Ilona Jurtschenko-Roelofs
Igualmente, los restos de café y la acumulación de aceites pueden convertirse en un entorno propicio para el crecimiento de bacterias aunque a simple vista nos parezca que la cafetera está limpia.
Es cierto, según aclara el experto, que en la mayoría de los casos estas bacterias no son especialmente peligrosas, pero pueden generar malestares estomacales o problemas digestivos, sobre todo en personas con sistemas inmunológicos sensibles. Además, Iglesias recalca que el uso de detergente no daña la cafetera ni arruina el sabor del café.
Solo hay que enjuagar bien la cafetera después de la limpieza para deshacernos de cualquier residuo de jabón que pueda mezclarse con el café. Además, recomienda desmontar la cafetera con frecuencia para poder limpiar a fondo todas sus partes y sin que queden restos de humedad. Además, la mayor parte de cafeteras italianas se pueden meter en el lavavajillas, lo que lo hace todavía más fácil.
De hecho, no limpiar correctamente nuestra cafetera es lo que realmente puede afectar al sabor y la calidad de la bebida. En especial, si no tenemos en cuenta la acumulación de cal y residuos minerales. Sobre todo, si vivimos en una zona donde el agua tiene una alta concentración de estos elementos. Estos depósitos pueden afectar la extracción del café si no los limpiamos, alterando su sabor y haciendo que la bebida final pierda calidad.
Foto de portada | Sedanur Kunuk y comersindrama
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