Seducir a través de una fragancia es, ante todo, poner el olor en el corazón de una relación afectiva, ser capaces de cautivar al objeto de nuestro deseo. Ese, por lo menos, era el objetivo de Jean-Baptiste Grenouille, el protagonista de “El Perfume”, la famosa novela de Patrick Süskind quien, como bien recordaréis, quería crear un perfume capaz de inspirar amor.
Lo cierto es que el auténtico poder de un perfume es que capaz de sublimar nuestro aroma natural. La genuina alquimia debe producirse entre nuestra piel y la fragancia que nos ponemos. Sin embargo, para que esta receta funcione, conviene tener muy presente algunas reglas.
Olvídate de perfumarte en exceso. Eso evitará que la gente se vuelva a tu paso, y piense que necesitas ser el centro de la atención. Lo mejor es perfumarse en los puntos donde los médicos suelen tomar el pulso, ya que la sangre al bombear ayudará a que se difunda la fragancia de forma delicada.
En otras palabra, aplícate unas gotas de perfume en la base del cuello, en la parte interior de las muñecas, en el hueco del codo y, detrás de las orejas. Hay quienes también dejan caer unas gotas de perfume entre sus manos, para aromatizar también la piel y las prendas de vestir de la persona a la que queramos conquistar, pero hay que hacerlo de manera sutil.
Los hombres que quieren suscitar interés y curiosidad optan por perfumes orientales donde las notas especiadas y amaderadas invitan a la sensualidad, mientras que los más emprendedores optarán por acordes fuertes como el cuero por su componente afrodisíaco.
Lo mejor es salirse de la norma, y utilizar perfumes nicho, para escapar del marketing y de la publicidad.
Estas son algunas de nuestras propuestas:
24 Old Bond Street de Atkinsons
Creada por Christine Nagel – la reciente y flamante adquisición de Hermès Parfums - contratada para que reinterpretase la famosa Eau de Cologne que tantos éxitos y satisfacciones dio a Atkinsons en el pasado. Una colonia profundamente inglesa de formidable personalidad.
Su cóctel irresistiblemente aromático de enebro, rosa y té negro se hace más profundo con una nota divinamente excéntrica de whisky ahumado, envejecido en barrica de roble. Vigorizante y fresca pero cálida y envolvente, con ese glamouroso twist de excentricidad británica, capaz de seducir a todos esos connaisseurs.
Masculin Pluriel de Maison Francis Kurkdjian
La última creación de este genial maestro perfumista, quien a los veinticinco años creó el perfume Le Mâle de Jean Paul Gaultier, y que desde entonces ha evolucionado mucho. Tanto que ahora nos ofrece una fragancia neo-clásica formulada con acordes de helecho, lavanda y cuero, con notas de fondo de maderas de cedro y vetiver. Un perfume que gustará a los fans de la perfumería masculina clásica pero con un plus añadido que es el que marca toda la diferencia. Precio: 110,00 euros (70 ml).
Diptyque Eau de Lavande
Un gran clásico de la perfumería, aunque, y muy a su pesar, la lavanda fue involuntariamente sometida a demasiadas creaciones apresuradas. Diptyque le devuelve toda su nobleza al mezclar tres variedades de espliego: el absoluto provenzal – una esencia de Vaucluse -, y la lavanda. Semillas de cilantro, nuez moscada y hojas de canela especian la fórmula al tiempo que la transforman en un aroma cálido, intenso y delicado. Precio: 75,00 euros (100 ml).
Lógicamente esta es una selección muy personal, e imagino que al ver los ingredientes con los que están formuladas estas fragancias ya sabrás de que pie cojeo. Lo importante es no intentar ocultarse detrás de un perfume, sino elegirlo a conciencia y asumirlo con convicción.
Procura elegir el que mejor se ajuste a la imagen que quieres ofrecer de tu persona. Evita las fragancias golosas con notas azucaradas como el regaliz, ya que resultan demasiado juveniles.
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Fotos | @Atkinsons, @FrancisKurkdjian, @Diptyque, @quidproquoq