Un requisito imprescindible para ser constantes en el deporte y dejar atrás la vida sedentaria es encontrar una técnica que nos motive, algo que vaya más allá del movernos para estar en forma y consiga que estemos deseando que llegue la hora de hacer ejercicio en lugar de verla como una carga.
Por eso hoy en nuestro especial Cuerpo en Forma voy a hablaros del Jeet Kune Do, un sistema de artes marciales creado por Bruce Lee mientras se recuperaba de una grave lesión en la espalda, que tanto si se practica como si no, es un magnífico ejemplo de espíritu deportivo y de superación.
Una filosofía útil para cualquier entreno
El Jeet Kune Do innovó mezclando artes marciales tradicionales con técnicas occidentales, pero sobre todo basándose en la flexibilidad y en la adaptación de las técnicas a cada individuo y no al contrario. Seguro que gracias a la publicidad os suena el famoso “Be water my friend” pues es el primer principio que resume este concepto, así como la capacidad constante de aprender y adaptar nuevas fórmulas a nuestras necesidades.
Aunque quizá la frase más significativa de esta forma de entrenar es la siguiente:
No tener ningún camino como camino, no tener ninguna limitación como limitación.
¿No os ha pasado alguna vez empezar a practicar algún ejercicio y aunque no os acaba de cuadrar seguir por qué es lo que os habíais propuesto? o bien al contrario ¿No llegar ni siquiera a empezar algo porque sentís que no sois capaces? A mí más de una.
En cambio Bruce Lee creía en la capacidad casi infinita de mejorar en todos los aspectos, incluído el físico, aunque cada persona tenga que partir de puntos distintos o avanzar mediante métodos diferentes.
Buscar la opción más práctica y simple para lograr nuestro objetivo, explorarnos a nosotros mismos, escuchar nuestro cuerpo y seguir creciendo siempre, son solo algunos puntos de una filosofía muy amplia e inspiradora que podéis encontrar en el propio libro que escribió Lee dedicado al tema titulado El tao del jeet kune do.
Varias disciplinas para un cuerpo 10
Centrándonos en el entreno hay que tener en cuenta que se trata de una combinación de diversos sistemas de combate como el wing chun, el judo, el boxeo o la esgrima, que no pretendían ser un estilo nuevo, si no un concepto diferente que se caracterizaba precisamente por no tratarse de un “estilo” concreto.
Aunque Lee invitaba a los alumnos a ser sus propios maestros no es recomendable empezar sin la ayuda de un profesor adecuado, por lo que es mejor acudir a algún gimnasio o escuela que disponga de un instructor especializado para que nos guíe en los primeros pasos.
En el intento de aumentar al máximo el rendimiento en el combate es necesario realizar ejercicios cardiovasculares, pesas, abdominales, dominadas, sentadillas, flexiones... más el entrenamiento específico de artes marciales con el que adquirir velocidad, una correcta alineación y desplazamiento objetivo, los tres pilares físicos y tácticos del Jeet Kune Do.
Es evidente que conseguir un cuerpo tan perfectamente definido como el que tenía Bruce Lee no es una cosa fácil, su dedicación era completa y la nuestra depende muchas veces del tiempo y las circunstancias. Pero más que intentar llegar a tener su físico me resulta mucho más interesante quedarnos con todo lo positivo que dejó su doctrina.
Algo que queda muy claro en esta cita:
Si te acostumbras a poner límites a lo que haces, físicamente o a cualquier otro nivel, se proyectara al resto de tu vida. Se propagará en tu trabajo, en tu moral, en tu ser en general. No hay límites. Hay fases, pero no debes quedarte estancado en ellas, hay que sobrepasarlas... El hombre debe constantemente superar sus niveles.
No está demás recordarla cuando practicamos deporte, en la modalidad que sea, seguro que nos ayuda a sentirnos mejor y a conseguir dar un paso adelante en esos momentos en que la vacilación, la duda o la pereza parecen querer tomar el mando.
Si os interesa el tema encontraréis mucha más información en Bruce Lee web o en Bruce Lee Spain.
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