Parece mentira que hoy día se discrimine laboralmente a los hombres por dejarse barba. No hablo de una barba demasiado larga o descuidada: da lo mismo si es una barba cuidada, recortada y pulcra en extremo, en algunos puestos de trabajo exigen todavía su afeitado.
A algunos de vosotros os chocará oir esto tanto como a mí pero hay hombres que tienen problemas precisamente por ella, por la barba. A Eloy, el lector que nos ha hecho llegar esta reinvidicación, después de 5 años en su puesto le han exigido ahora que se afeite.
Lejos de ser una excepción, a un editor de este mismo blog le aconsejaron también que se quitase la barba aunque él se negó. Por suerte para las madres del supermercado donde trabajó ese verano porque su impecable barba de tres días a lo George Michael le sentaba mejor que al cantante.
No sé qué tipo de trabajos pueden exigir el afeitado completo por estar en conflicto con el puesto mas que en lugares donde se trabaja con alimentos. Cierto que conozco a bien pocos cocineros con barba pero estamos hablando de barbas bien recortadas y limpias. En esos casos, creo que deberían fijarse más en las uñas de sus empleados que en la cara (lo digo por experiencia propia).
Personalmente, esas barbas de tres días, recortadas incluso con forma y patillas largas estilizadas, me encantan. Hay hombres a los que le sientan de maravilla, están muy guapos y no pueden pretender que de una falsa imagen de suciedad, macarra, dejadez o a saber qué les molesta de ellas. Es absurdo.
Dejando aparte la legalidad de esa exigencia laboral, si alguno de vosotros ha tenido ese problema y quiere compartir su experiencia con el blog, puede que ayude a algun lector.
Foto | RaidersLight, julianrod
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