El peso corporal es el parámetro más usado para controlar nuestra forma física, por ello, es la medición que todos con frecuencia empleamos al momento de saber cómo estamos. No obstante, no dejes que la báscula te engañe, pues el peso no es todo y puede no ser real.
El peso equivocado
Dado que confiamos plenamente en lo que la báscula revela, es importante saber que muchas veces ésta puede mostrar el peso equivocado y causarnos una sensación frustrante que nos desanima a seguir en nuestros planes de adelgazar, de subir de peso o de estar en forma.
Así, debes saber que muchas son las razones por las cuales la báscula logra engañarnos mostrando un peso equivocado y no real.
Es decir, podemos pesar mucho más sin haber aumentado de peso realmente, sino que por cambios de fluidos corporales podemos retener líquido y pesar más al momento de subir a la báscula, pero en realidad, no hemos cogido grasa ni peso estructural.
Además, la báscula puede mostrarnos un peso mayor si no hemos evacuado la vejiga o los intestinos, algo que sabemos, en nada interfiere ni nos habla de la forma física.
La ropa, el clima, el momento del día y el nivel de hidratación son otros tantos factores que pueden hacer que la báscula muestre el peso equivocado y nos revele resultados erróneos que en nada colaboran con nuestra motivación para seguir adelante.
Cómo obtener un peso más real
Si no quieres que la báscula te engañe y deseas obtener un peso más real, es importante que tengas en cuenta que si hay retención de líquido puedes pesar más, entonces, si no has orinado, si sufres de estreñimiento o si has comido algo demasiado salado o muy dulce al día anterior, la báscula puede mostrar un peso mayor al que en realidad tienes.
Asimismo, el peso se incrementa con el paso del día, por ello, es recomendable para obtener un peso más real, pesarnos con la menor cantidad de vestimenta posible, por la mañana, en ayunas, con la vejiga vacía y en lo posible, habiendo evacuado los intestinos.
No es aconsejable pesarse tras una comida, pues pesaremos más, y tampoco es real el peso obtenido tras el entrenamiento, pues hemos perdido líquido por sudor y pesaremos menos.
Ya sabes, si no quieres que la báscula te engañe, ten en cuenta el momento y la forma de pesarte más apropiada para obtener un peso más real.
El peso no dice todo
Por último, si bien puedes seguir empleando la báscula para evaluar tus progresos y controlar tu forma física, debes saber que el peso no dice todo, es decir, sólo muestra kilos de peso sin decirnos cuántos de esos kilos son grasa ni cuántos son músculo o agua.
Así, tras haber comenzado a entrenar intensamente puedes ver un aumento de peso que se debe al incremento de masa muscular y de líquido circulante, pero solemos mal interpretar este resultado en la báscula.
Es decir, si pesas más pero tienes menos grasa y más músculo, será mejor para tu forma y estado físico, sin embargo, la báscula no colabora en revelar estos datos.
Por ello, no dejes que la báscula diga todo, piensa que más allá del peso hay otras cuestiones a tener en cuenta cuando buscamos estar sanos, guapos y en forma.
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