Moda y blogs 131: la moda al alcance de un click

Una de las grandes labores que han hecho los blogs ha sido acercar el mundo de la moda a la calle. Gracias a que hay bloggers que cada vez están más metidas en el mundillo de la moda y nos pueden contar los vericuetos de los desfiles, de la creación de las colecciones, de las fiestas (antes superexclusivas y privadas).

Ahora que es la Semana de la moda de Nueva York, no me estoy perdiendo las divertidas crónicas de Fashionisima desde la nevada Gran Manzana. El desfile de Delpozo, el de Lacoste, las famosas que acuden a los desfiles, el streetstyle que se cuece y cómo es todo por dentro. Yo estuve el año pasado en el desfile de Custo Barcelona y la verdad es que poder ver de cerca, en carne y hueso a todos los famosas y fashion insiders que sólo conocemos a través de internet es muy emocionante, como realizar un persecución a Rachel Zoe.

Gracias a los blogs podemos ver los detalles de los vestidos, quedarnos con las tendencias, ver qué sucede en backstage, y conseguir una idea mucho más próxima de cómo es un desfile y una colección. Preciosos los detalles destacados por Style on the Street.

Y conocer qué gran estrategia de marketing son los desfiles. El coste de su celebración se recupera con creces gracias a la repercusión lograda, como nos explica Miss at la playa en su blog Runway Rider.

Mayte de la Iglesia triunfa con su propio blog y ahora se ha lanzado al diseño, con la ayuda de su empresa familiar. Una colección centrada en las sudaderas que tan de moda están, pero con un toque de tendencia que tenemos la oportunidad de conocer a través del blog de Be trendy my friend.

la propia Mayte nos descubre algunas direcciones de mercerías de lo más molonas. El oficio de la pequeña costura por dentro, que también es moda, y que ahora que el DIY coge fuerza, las mercerías son un tipo de negocio tradicional que deberíamos recuperar.

También me gustan los consejos de estilismo de algunos blogs, como el de Shopaholic, que ha encontrado el modelo perfecto para ir de brunch, esa costumbre que exportaron los americanos, y que nosotros hemos convertido en un planazo para los domingos a la mañana.