Esta mañana nos desayunábamos con un comunicado del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que nos anunciaba la abdicación del rey Juan Carlos a las 10,30 horas de hoy lunes 2 de junio. En su escueto mensaje mencionaba que la abdicación se realiza por motivos que "su majestad desea comunicar personalmente a todos los españoles a lo largo de esta mañana".
Por lo visto, los motivos que han llevado al Rey a tomar esta decisión son debidos a su mala salud. Durante la última Pascua Militar, debido a la debilidad tuvo muchas dificultades, que le impedían explicarse con claridad, y se equivocó en algunos párrafos.
Hay quien afirma que igual de importante es saber estar, como despedirse a tiempo. Así pues, D. Felipe tomará el relevo en la monarquía española. Al parecer, el Rey tomó esta decisión el día 5 de enero (día de su onomática), aunque ha preferido dejar que pasaran las elecciones europeas, para hacer pública una decisión meditada con atención. Los primeros en hacerse eco de esta noticia han sido el diario El Confidencial, y un minuto después lo hacía el programa Espejo Público de Antena 3.
Hasta ahora, siempre se decía que los reyes y los papas no abdicaban (que se lo pregunten sino a Jaime Peñafiel, que incluso publicó un libro asegurándolo). Aunque, esto, no es rigurosamente cierto, recordemos sino a la reina Guillermina de Holanda que abdicó en su hija Juliana, y ésta última lo hizo en su hija Beatriz, quien ha vuelto a seguir el ejemplo de sus antecesoras abdicando a su vez en su hijo Guillermo (que es el primer rey que detenta la corona de Holanda desde hace más de cien años).
El Rey, que ha sido un gran Rey para todos los españoles, se va en un momento de gran crisis - aunque quizá sea el mejor momento para que pueda producirse con toda normalidad el cambio en la Jefatura del Estado, y la transmisión de la Corona.
Esperemos que este relevo generacional sirva para que D. Felipe escuche a su pueblo, y reine y no gobierne, que es en lo que todo el mundo parece coincidir. Preparado está, y además va a contar con la tutela y los sabios consejos de su padre que sabrá asesorarle. Pero, antes de proclamar Rey al Príncipe de Asturias, será necesario que aprueben una ley orgánica, tal como prevé el artículo 57.5 de la Constitución.
A las 13,05 h de la mañana, D. Juan Carlos hizo una declaración institucional a los españoles que se retransmitió a través de todos los canales de la televisión. Un mensaje emotivo, conmovedor, cercano y muy generoso en el que agradeció las muchas ayudas recibidas a lo largo de estas casi cuatro décadas de reinado; y en el que comunicó que se iba en plenitud de condiciones (tanto físicas como institucionalmente), con la sensación de misión cumplida; dejando paso a una nueva generación cuya misión consistirá en revisitar la constitución española, modificándola y ampliándola para que se ajuste mejor al aire de los nuevos tiempos. Al parecer se hijo Felipe estuvo presente mientras se grabó el mensaje y, tanto padre como hijo, se emocionaron mucho en alguna ocasión, por lo que luego hubo que editar la grabación.
Está previsto que el Rey y D.Felipe comparezcan mañana, en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, a las 12,30 h, para asistir a la entrega de condecoraciones - pertenecientes a la la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, que este año celebra su bicentenario -, a veinte caballeros pertenecientes al Ejercito de Tierra, Armada, Ejercito del Aire, Cuerpos Comunes y Guardia Civil, y de empleos de Brigada a General.
Un acto lleno de simbolismo, pues no olvidemos que en El Escorial están enterrados los restos de los reyes y reinas de España de las casas de Austria y Borbón - a excepción, curiosamente, de Felipe V que prefirió el Palacio Real de La Granja. Un acto en el que padre e hijo no coinciden desde el año 2009 (el año pasado, por ejemplo, acudió sólo el príncipe Felipe por estar el Rey convaleciente después de una operación). Un momento muy emotivo, del que seguramente todos estaremos muy pendientes, pues será la primera ocasión en la que podremos verlos juntos después del anuncio de la abdicación.