En plena Plaza de la Moraleja ha abierto sus puertas Algo Así, un elegante restaurante con encanto que sorprende por su versatilidad: desde un tradicional tapeo a comidas de negocios o veladas románticas.
Distribuido en varios espacios, lo primero que llama la atención del restaurante Algo Así es su gran terraza de invierno, que dispone de barra de coctelería y es perfecta para comer, cenar o disfrutar de un buen tapeo. Orientada al sur, es una de las más cálidas y luminosas de la Plaza de La Moraleja.
Una vez en el interior, los sofás chéster de auténtica piel se combinan con mesas de madera noble creando un ambiente íntimo y acogedor. Maletas vintage, libros antiguos, globos terráqueos, y otros detalles de inspiración viajera completan un interiorismo evocador.
El suelo damero, con su intenso blanco y negro, contrasta con la calidez de la madera dando lugar a un perfecto equilibrio. Un espacio luminoso y acogedor, con mucha personalidad inspirado en la cantina de una antigua estación de ferrocarril o de una estafeta de correos.
Un lugar mágico y lleno de encanto, propiedad de Fernando March Almela, a quien llamamos para hacerle un par de preguntas.
Fernando, ¿de dónde surge el nombre de Algo Así?
De una noche de insomnio. Llevaba varios días pensando en algo espontáneo, fácil de recordar, etc. y, de pronto, me vino a la mente "Algo Así", y pensé que me gustaba, que encajaba.
¿Con este restaurante ves cumplido uno de tus sueños profesionales?
Sí, efectivamente. Llevo prácticamente casi toda mi vida dedicado a la hostería, con varios restaurantes en diversos puntos de la Comunidad de Madrid. Poder regentar un restaurante ubicado en la Plaza de La Moraleja es un sueño hecho realidad.
¿Te gusta la innovación?
Sí, pero no en los fogones. La cocina de Algo Así es mediterránea por tradición. Soy un amante de la cocina de siempre, de los sabores familiares.
¿Quién compone el equipo de cocina de Algo Así?
Mi equipo está formado por mi personalmente. Esto se refleja en un ambiente muy familiar y cercano, con gente de siempre y un servicio impecable.
Si os gusta la estética de este espacio, elegante y acogedora, os interesará saber que el restaurante cuenta con un amplio horario abierto al público, y una barra con una selecta carta de bebidas alcohólicas.
El restaurante sirve comida tradicional con una amplia carta con carnes, pescados y raciones. Sus platos estrellas son el tartar de atún, el revuelto de patatas al foie fresco, y el confit de pato con puré de castañas. Todo se puede pedir en medias raciones.
Una propuesta que hechizará a todos esos foodies con alma viajera.
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