La 32ª Muestra de Vinos y Cavas de Catalunya tuvo nuevo emplazamiento y éxito de visitantes

Estuve el pasado domingo día 24 de septiembre en la 32ª Muestra de Vinos y Cavas de Catalunya (21 al 24 de septiembre) en Barcelona. Creo poder afirmar que el traslado de ubicación del Moll de la Fusta al Arco de Triunfo gustó a todos, expositores y visitantes.

La muestra quiere reunir a las distintas denominaciones de origen catalanas aunque el dominio de stands de la D.O. Penedés fue aclaparador. La imagen superior es del stand oficial, el más grande de todos. El mapa geográfico por regiones lo podéis ver en la galería de imágenes.

Los expositores instalaron los stands formando un único pasillo con el Arc de Triomf procurándoles un gran decorado. Algunos bien instalados, transmitiendo los valores de la marca. Me llamó la atención el de Mas Blanch i Jové, bodega bajo la D.O. Costers del Segre (foto inferior). Trajeron algunas raíces y cantos rodados de su terroir para explicar mejor la fuerte personalidad de sus vinos.

Charlando aquí y allá, los responsables de los expositores (un 36% más respecto al año pasado con un total de 61 bodegas) estaban satisfechos del aumento de afluencia de público. El vino y el cava que forman parte de las mesas en casa aumentan de calidad, haya crisis o no. Visitaron la muestra 145.000 personas.

INCAVI, el Institut Català de la Vinya i el Vi, ha participado activamente en esta 32ª edición en su labor de divulgación. Contando con la colaboración de Enomàtic y la Escola d'Hosteleria i Turisme (CETT), se han organizado catas y degustación de una selección de los mejores vinos elegidos entre las bogedas participante.

La foto superior es la sala de catas, un espacio que veo pequeño y que sin duda pensarán en ampliar la próxima edición visto el éxito de la iniciativa: 3.500 catas.

Además de la calidad de botellas y añadas, me fijo siempre en las etiquetas. En muestras como ésta se nota la tendencia a diseños modernos, ya sean minimalistas o demasiado rebuscados. Los distintos vinos o cavas más antiguos muestran esta evolución, los de Castell de Peralada o Juvé y Camps, por ejemplo.

Mis preferidas son la hoja de roble de Cisquella, las que llevan consigo cada terroir como los vinos de Agustí Torelló Mata (foto superior) o la etiqueta del mapa topográfico del Cérvoles Estrats (D.O. Costers del Segre).

Para probarlos, el sistema de tickets adquiridos previamente en los puntos de venta para canjearlos después en los stands. Había una carpa cubierta preparada como tienda. En general, la idea me parece muy buena aunque falta determinar qué estilo desean presentar. Vender botellas de 6 € o de 50 € o más, todo junto, y que la presentación satisfaga a todos los tipos de público, es difícil.