De un tiempo a esta parte, Loewe ha decidido revisitar a sus clásicos. Una decisión que aplaudimos, porque para que las cosas sigan como siempre algo tiene que cambiar. En 1985 Loewe contrató a un joven nariz que había nacido en Grasse para que crease una fragancia floral de mujer.
Olivier Cresp, pues así se llamaba esta joven promesa que en el 2006 alcanzó el título de Maître Parfumeur - la distinción más alta a la que puede aspirar un perfumista -, creó una fragancia inspirándose en Eugenia de Montijo que adoraba los aromas cítricos.
La nueva fragancia contenía pues notas verdes de salida, cítricos como la mandarina, bergamota, lima ácida, y naranja tangerina, albahaca, jazmín con acordes de clavel, iris, incienso, ámbar y notas de fondo amaderadas.
La nueva eau de toilette a la que han llamado Aire Loewe Evasión ha evolucionado para ir con el aire de los tiempos. A la naranja amarga de sus notas de salida ha añadido manzana dulce, melocotón blanco y té. En el corazón conserva el jazmín y el muguet, pero ha sustituido el iris por peonía blancia y pétalo de tuberosa. En el fondo, permanece fiel al cedro, al sándalo y al almizcle, pero ha eliminado la vainilla, el vetiver y el cedro.
En el interior de todas las mujeres existe un espacio, alejado del mundanal ruido al que sólo ella puede acceder. Un lugar que Loewe, gracias a su experiencia y su saber hacer ha sabido recrear por medio de este nuevo perfume al que muy acertamente ha llamado Evasión.
Más información | Loewe En Embelezzia | Loewe y el espíritu andalusí en edición limitada
