Robert Ricci, hijo de la gran Nina, solía decir que “el perfume debería de ser una obra de arte, y el objeto que lo custodia una obra maestra”. No es extraño, por tanto, que los frascos de perfumes "Haute Couture" puedan llegar a convertirse en auténticos objetos para coleccionistas.
Estos lanzamientos, que suelen coincidir con la Navidad, no responden a ningún interés puramente comercial, sino que están concebidos para desvelar el savoir-faire de las grandes maisons del lujo, pues van grabados y están soplados a mano por los mejores maestros artesanos de fábricas de cristal tan prestigiosas como la de Saint-Louis, Baccarat, Lalique o Murano en Venecia.
Como ya nos adelantaba nuestra compañera Cristina, allá por el mes de marzo, Guerlain ha confiado en Baccarat para crear cincuenta y siete frascos de su perfume "L’Abeille aux Ailes d’Argent", que se venderán por la módica cantidad de diecisiete mil euros la unidad. El frasco representa a la emblemática abeja imperial de la maison en formato XXL. Entre sus dos alas faceteadas como si fuesen diamantes, adornadas con plata, el cuerpo custodia un néctar creado por el nariz Thierry Wasser, cuya nota principal es el jazmín con un toque de pimienta. Para poder haceros con una de las piezas numeradas que se han creado del perfume "Rêve de lune" tendréis que disponer de diecinueve mil euros.
Después de la presentación del perfume “Body Crystal Baccarat limited edition” en cristal faceteado de Burberry, diseñado por Christopher Bailey, y realizado a mano por los maestros artesanos de Baccarat en una edición limitada de ciento cincuenta y seis piezas numeradas (cada una de las cuales celebra un año de la historia de Burberry, desde su fundación en el año 1856), otras marcas han decidido a su vez, lanzarse a la fabricación de frascos Haute Couture.
Lancôme presentará, en breve, sus veintiún frascos edición “Prestige La Vie Est Belle” realizados en la fábrica de cristal Brosse. Estos frascos, diseñados por Georges Delhomme para Lancôme en 1949 tenían hasta nombre propio, “Le Sourire de Cristal” (la sonrisa de cristal). Los adornos del frasco simbolizaban el décolletée de una mujer y, en su cuello, un foulard de organza gris, las alas de la libertad.
Finalmente, una escultura realizada en oro y cristal, diseñada y realizada por el artista Jean-Michel Othoniel, y fabricada en colaboración con los maestros artesanos de las cristalerías Salviati de Murano, custodiará el concentrado del “J’adore l’Absolu de Dior”. El frasco, rodeado por maravilloso alambre de oro, se cierra con un tapón en forma de gran perla de cristal transparente salpicada con lascas de oro. De este prototipo se han creado mil unidades, que se estima costarán dos mil quinientos euros la pieza.
Probablemente comprar, lo que se dice comprar no podremos, pero siempre podremos admirar estos frascos de perfume "Haute Couture", que son auténticos objetos de arte, reservados para coleccionistas.
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