Este licor artesanal de deliciosos aromas se ha convertido por méritos propios en el rey de los cócteles. Su icónico y lujoso envase tiene la forma de una botella de vidrio estriado de múltiples facetas curvas, que lo convierte en algo único y atemporal. Cada botella lleva una pegatina en la parte inferior que identifica la cosecha de la flor de saúco, subrayando el carácter artesanal de este producto.
En la parte posterior de esta etiqueta, puede verse un detallado patrón de flores de saúco a través del líquido. Este patrón aparece impreso también el el interior del packaging que lo custodia.
Todo el diseño del conjunto rezuma estilo Art Déco, y las influencias del París bohemio de aquellos años. Desde la tipografía de sus etiquetas, a sus clásicos adornos, un punto góticos, que representan una gran mezcla de influencias y de estilos. El logo de la bicicleta, por ejemplo, está inspirado en el medio de transporte que solían utilizar aquellos que acudían a cosechar a mano las flores de saúco frescas, para que luego pudiesen hacer este licor.
El tapón de este envase está realizado con un precioso acabado en un bronce satinado y, arriba del todo, lleva un sello circular con la cresta de St. Germain, que reproduce la técnica del esmaltado que tanta fama dio a los maestros artesanos franceses.
Es un licor elaborado por medio de la maceración de flores frescas de saúco (un arbusto silvestre que crece en zonas húmedas y frías. Suele ser muy habitual en los Alpes) en aguardiente de uvas blancas, redestilando una pequeña parte que se endulza con lichy y azúcar de caña. La cantidad de azucar utilizada es mucho menor de la habitual para evitar que el licor sea excesivamente empalagoso.
Se puede beber sólo con dos cubitos de hielo después de las comidas como el clásico licor de hierbas, pero también se puede añadir al champán para dar vida a unos cócteles sorprendentes y deliciosos o aromatizar los gin tonic añadiéndoles unas gotitas de este brebaje.
¿Habiáis oído hablar alguna vez de las flores de saúco? ¿Y de este licor? Pues, ya os animo ha probarlo. ¡Una pura delicia!
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