Asentada en lo alto de la ladera de la Serranía de Ronda, a unos doce kilómetros de la costa, y con impresionantes vistas al valle y a las lejanas montañas de Andalucía, se encuentra situada esta espectacular villa en la muy exclusiva urbanización de La Zagaleta, en Marbella (Málaga).
Aunque exteriormente se ha procurado mantener el estilo de los pueblos blancos de la sierra de Andalucía, en su interior, el diseño es contemporáneo y cosmopolita con espacios tranquilos y fluidos. El núcleo de la vivienda es una galería iluminada que de día se inunda con luz natural gracias a su cubierta acristalada de doble altura, y que proporciona una experiencia ampliada del espacio habitado al permitir que el exterior entre en el interior.
Todas las fachadas están acristaladas de arriba abajo, para poder disfrutar de las magníficas vistas a las montañas. Desde la entrada, la espaciosidad del conjunto se expresa a través de una idea de parcours (recorrido).
La planta baja acoge la zona de día: el cuarto de estar, la cocina y el dormitorio principal que conecta con un estudio privado situado en el sótano, y al que se accede por una escalera de caracol.
En la primera planta están casi todos los dormitorios. Todas las habitaciones disponen de terraza propia aunque de distinto tamaño. Unas son auténticas salas de estar al aire libre, y otras simples pasarelas de conexión.
En el dormitorio principal, un muro hace las veces de cabecero por un lado y de vestidor por el otro. El mismo esquema (dormitorio, baño, vestidor y terraza) se repite en el resto de estancias.
El salón es muy amplio y se dispone a doble altura alrededor de la chimenea, y con una pequeña sala de lectura. Sus ventanas alcanzan los seis metros de alto. El comedor, a su vez, conecta el estar con la cocina, pieza organizada alredor de una isla central y un office.
La tranquilidad que emana del lugar se ve acentuada por el agua que fluye por todas partes, recogida en piscinas exteriores y en estanques interiores aportando tono musical a los espacios. El agua fluye del estanque del patio a través de una cascada de pizarra bajo el suelo de cristal del comedor hasta llegar a la más inferior de las dos piscinas conectadas del exterior. ¡Alucinante (aunque no se si el Feng Shui tendría algo que decir al respecto)!
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