Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli nos transmitieron anoche, en su desfile de París Haute Couture la elegancia pura envuelta en una sensación de magia. Todo lo que vimos nos gustó, desde los vestidos que devuelven la femineidad a la figura de la mujer, con el largo por debajo de la rodilla y marcando la silueta hasta los zapatos de salón, elegantes, favorecedores y cómodos.
La colección revela un uso impecable de telas y materiales preciosos, como la cachemira, el satén y la seda, a menudo grabada con tapices y composiciones arabescas. Aplicaciones doradas nos transportan a otros tiempos y lugares, con una artesanía en cada puntada típica de la firma que lleva su nombre: 100% Valentino.
Patrones neo-barrocos son creados por piedras semi-preciosas bordadas, que nos recuerda la exquisita artesanía de cada vestido hecho a mano. 56 modelos pasearon por la pasarela, de diario, de tarde y de noche y llamaron especialmente la atención los abrigos, las capelinas y las capas largas.
Una gama de colores neutros, rotos por naranjas y dorados y el sempiterno negro en encajes, tops de seda y faldas largas, perfectas para una noche de ensueño o la alfombra roja
Valentino está en plena forma, ¿Os está gustando París Haute Couture?
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