Crónica de un triunfo: la colección Isabel Marant x H&M fue un visto y no visto

¿Qué significa que hay gente haciendo cola desde altas horas de la madrugada?

Ayer despertaba de lo más soñolienta y la gente me mandaba mensajes contándome cómo iba la evolución en las tiendas H&M. Estaba esperando ese día como agua de mayo, pero por razones personales no puede asistir (una lástima porque de verdad quería picar algo). El caso es que lo di por perdido, no quería bajar tarda a las tiendas, hacer cola presa de un pánico incontrolable y al entrar quedarme con dos prendas talla XXL y carísimas tan sólo para ser de las afortunadas en salir con esa bolsa de tela tie dye tan monérrima que te daban.

No, esta vez pasaba de acercarme a uno de los dos H&M que tenían la colección en Barcelona (Paseo de Gracia y Diagonal). Pero después de todos los asuntos personales que tuve que lidiar allí estaba: dentro del coche, parada en un semáforo y con la cabeza en otro sitio. Y como si alguien me llamara, una fuerza interior me obligó a girarme hacia la derecha. ¡Baboom! El escaparate de Isabel Marant pour H&M me estaba llamando a gritos. Así que ni corta ni perezosa aparcaba el coche y a las 13:27 entraba por la puerta.

Paisaje desolador

Empecé a darme vueltas por los pisos y tan sólo veía mujeres con los ojos que se les salía por las órbitas mirando y rebuscando por todos los rincones del edificio. Cada tres segundos (era sistemático) alguna cogía a la pobre dependienta de turno y le preguntaba aquello de ¿la colección de Isabel Marant? Se había agotado, hacía horas, y el espacio que ocupaba en forma de corner ya había desaparecido. Así que me fui a la sección de niño (lo que yo quería era de allí) y de repente como si de un oasis se tratara en medio del desierto ¡allí estaba! Pequeñas prendas de esta colección cápsula me demostraban que allí había habido presencia de algo más. Hiperventilando cogí lo que quería y con las manos temblorosas vi que era de mi talla.

¡Toma ya! Las vans que quería ya eran mías, ahora la búsqueda era más para informarme de todo lo que había sucedido. Después de fijarme que de niño tan sólo quedaba una camiseta, un pantalón, tres o cuatro botas (en talla 35) y un par de zapatillas más (tallas pequeñas), bajé de nuevo a la sección de mujer.

De repente me encontré un grupo de mujeres (muy pijas, todo hay que decirlo) peleándose por un par de prendas en el probador. WTF?! Al acercarme veo un pantalón de cuero blanco y otro tie dye en talla 42 y uno de los chaquetones en talla 50. ¿Queda algo más? Una mujer entrada en años no paraba de hacerle preguntas al encargado del probador como si de un poli malo se tratara. ¡Te dije que deberíamos haber venido aquí primero! Su amiga estaba indignada. Y es que las pobres llevaban desde las nueve haciendo cola en Paseo de Gracia y habían salido con las manos vacías ya que en el cuarto o quinto turno todo había volado (de manera literal).

Un último vistazo a la sección de hombre (para ver si tenía suerte de hacerme con alguno de esos jerséis tan molones) me demostró que los hombres no se atreven con los vaqueros tribales: estaban todos junto a los de piel y un par de botas. Así que viendo el panorama decidí pagar e irme feliz como unas castañuelas a casa. Pero antes de salir de la tienda (con mi bolsa en mano) un par de chicas se me acercan como si mi persona fuera Justin Bieber, ¿vas a devolver lo que llevas en la bolsa? ¡Te lo compro!

... So what?! No sabes ni lo qué llevo ni qué talla es. Mis neuronas chillaban indignadas.

Con la mejor de las sonrisas les dije que no, que justo salía de la tienda y con un seguro que te queda fatal desaparecieron. En resumidas cuentas, las colecciones cápsula de H&M triunfan y vuelven loca a toda la población.

Gente no perdáis la cabeza

Lo más indignante del caso es que al llegar a casa y encender mi compañero de batallas (el ordenador) me fijé que en eBay las prendas ya se vendían por el doble, el triple o más. Personas de medio planeta, no caigáis en la estupidez de pujar y pagar por esos precios. Pues con esa suma de dinero te acercas al outlet de Isabel Marant o te das una vuelta por Vestiaire Collective y encuentras prendas de Isabel Marant a secas por mucho menos.