Hablar de Versace y no nombrar la palabra "sensualidad" es misión imposible. La firma italiana, reina en los años 80, es sinónimo de atrevimiento, erotismo y la feminidad más sexy. En esta ocasión, nos brina una colección que engloba sobriedad, looks de carácter sporty y estampados con los que es difícil pasar desapercibido. Donatella Versace lo tiene claro: la mujer que plantea en su imaginario da cada paso con (mucha) fuerza y esa potencia se materializa en cada diseño.
El show empieza con diseños austeros y moderados. El negro se adueña de la pasarela en modelos donde destacan los cortes cut out (alerta tendencia), las maxi gafas en negro y los guantes de piel negros. En el estilismo número 10 empieza, la fiesta, Kaia Gerber aparece con un blazer de pata de gallo bañado en rojo que se ajusta a la cintura con un fino cinturón (combo que hemos visto en otros desfiles como, por ejemplo, el de Prada). Además de la pata de gallo, los cuadros tartán (en la misma tonalidad) también reclaman ser el centro de atención.
A continuación, la estética collage inunda la pasarela. Cárdigans y jerséis de punto de rayas aportan el toque colegial de la propuesta (y consiguen renacer la imagen de los institutos americanos de los años 80 y 90 que todos tenemos en mente). Los looks en clave sporty, con plumas rojos y anoraks como principales prendas exteriores, visten a una mujer más informal. Uno de los detalles que más nos ha llamado la atención es el uso de maxi cuellos con cremallera al estilo sudadera.
Tras los looks de aires deportivos, la moda más salvaje aparece en escena. Como ya nos tienen acostumbrados desde hace décadas, literalmente, el animal print se convierte en protagonista. Lo vemos en vestidos, faldas y trajes de dos piezas formados por americana y pantalón de corte recto. El único color que puede hacerle sombra al uso del estampado animal es el rosa chicle que baña, por completo, un traje dos piezas que no podemos sacar de nuestra mente.
Kaia Gerber luce una de las prendas estrella de la colección: un chaquetón de pelo teñido de estampado de tigre que no ha pasado desapercibido. Donatella apuesta por el mix de estampados (una tendencia al alza) y mezcla el animal print con el estampado floreado más llamativo. Asimismo, suma el estampado barroco (propio de la firma) a la propuesta.
Lo noche se tiñe de negro y tonos metalizados en lo nuevo de Versace. Los looks más comedidos optan por el color de la noche (tanto en formato LBD como en vestidos largos y trajes de aires masculinos) mientras que los diseños más atrevidos brillan en tonos metalizados como el verde (modelo de escuetas dimensiones que luce Bella Hadid) y el plateado (minivestido con el que cierra el desfile Kendall Jenner).
Por último, en relación a los accesorios, los bolsos de animal print, las maxi gafas (que ya hemos comentado) y las botas de agua con plataforma son algunos de los completos que marcan la colección.
Donatella Versace nunca renuncia a la fuerza de la moda de los años 80 y el legado de la firma Versace parece no tener fin.
Fotos | Imaxtree