La moda y las series de televisión están estrechamente relacionadas. Las tendencias y modas no solo vienen de la gran pantalla, la pequeña también tiene mucho que ver con la forma en la que te vistes o para los diseñadores, a la hora de planificar sus colecciones. Aquí va una lista con algunas de las series que más han marcado el vestuario de cada época.
Dallas
La moda de Dallas, esa telenovela basada en Texas era tan dramática como las tramas de sus protagonistas. Las faldas eran largas, los talles altos, no había look que no llevase hombreras y los colores, siempre brillantes. Por no hablar de los sombreros de cowboy que llevaban todos los protagonistas masculinos.
Con Bill Travilla al frente del vestuario (se llevó un Emmy por su trabajo) los looks de sus protagonistas costaban una media de 1.500 dólares llegando en ocasiones especiales a los 5.000 dólares.
Apartamento para 3
Los looks de las protagonistas de la serie "Apartamento para 3" eran la típica estampa de la moda de los 70 y perfectamente podrían colgar de las perchas de las tiendas de American Apparel: pantalones cortos de talle alto, monos y petos vaqueros, blusas femeninas y unas perennes plataformas.
Sensación de vivir
Y no me refiero al revival de hace unos años sino al 90210 original, el que respiraba estilo años noventa, con su Brenda, su Kelly y su Dylan. Donde los mom jeans estaba a la orden del día, los crop tops de manga larga eran algo habitual que llevar al instituto, los baby dolls se combinaban con botas moteras y se llevaban las prendas tres tallas más grandes.
El Príncipe de Bel-Air
¿Que no estas influenciada por Will Smith y su troupe? Piénsalo mejor: el doble denim, los petos, las zapatillas de deporte como tu calzado habitual, las camisas de cuadros que cuelgan a pares en tu armario, el jersey anudado a la cintura...
La moda actual casi es un calco de lo que llevaban al oeste en Filadelfia y después, en uno de los mejores barrios de Los Ángeles. Solo nos falta tener un tío Phil y que nos cambien a nuestra madre pasados unos años sin que nos demos cuenta. O sí, que el cambio fue evidente.
Blossom
El minimalismo que impera estos días no hubiese tenido nada que hacer con Blossom y su amiga Six. Los vestidos con estampados de dudoso gusto estilístico, looks de inspiración masculina (¡esos chalecos!) y los sombreros XXL consiguieron que la serie tuviese una línea de ropa propia.
Las adolescentes norteamericanas incluso crearon club de fans de la ropa de las protagonistas y llamaban o enviaban faxes (sí, hubo una era pre-internet) preguntando por la ropa que utilizaba a la estilista de la serie, Sherry Thompson.
Sexo en Nueva York
Carry Bradshaw, su vestidor y toda la ropa y zapatos que ésta columnista pionera de los minijobs (¿nadie se ha parado a pensar cómo podía permitirse un armario así con ese trabajo?) almacenaba en su pequeño piso de Manhattan han causado estragos en la forma de entender la moda que tienen muchas y es que el boom de Sexo en Nueva York, aún perdura aunque la serie terminase hace ya años.
Lo de casarse con unos Manolos de color azul ya está a la orden del día, refrendado por la mismísima Olivia Palermo y frases como "Me gusta tener mi dinero donde lo pueda ver, colgado de mi armario." o "Cuando llegué a la ciudad no tenía dinero para cenar, pero me compraba la Vogue, que me llenaba más" son, tristemente, los mottos de muchas.
Friends
Los años 90 también estuvieron muy influenciados por lo que se ponían las chicas de Friends. Además del corte de pelo del personaje de Jennifer Aniston, conocido por aquel entonces el las peluquerías americanas como "The Rachel", las menciones por el trabajo de ésta de firmas como Ralph Lauren, Louis Vuitton, Gucci o la de los almacenes Bloomingdales hicieron que la moda estuviese muy presente en la serie. Ni que decir tiene que Rachel Green era la defensora número uno del cuello vuelto.
The OC
El boom que supuso The OC fue lo que catapultó a Mischa Burton (Marissa Cooper) y Rachel Bilson (Summer Roberts) al estrellato estilístico. Vivir en Orange Country, hacer fiestas en la piscina y vestir día a día de Dior, 3.1 Phillip Lim, Diane Von Furstenberg o incluso llevar un Chanel al baile de promoción era el día a día de Marissa Cooper.
Aunque bien pensado, los que de verdad fueron los reyes de esta serie fueron Ryan y Seth, dos maneras muy diferentes de entender la moda masculina (y alterar las hormonas de medio mundo).
Mad Men
El caso de Mad Men es de esos que ha inspirado más a las pasarelas que a la gente de a pie. Y es que salir de casa con ese tipo de vestidos a las ocho de la mañana camino del trabajo podría hacer que tus vecinos te tomasen por loca.
La serie basada en una agencia publicitaria de los años sesenta ha hecho de esa década una de las tendencias más importantes en los desfiles de los últimos años. Pocos diseñadores se han resistido a imaginar a la Betty Francis, Joan Holloway o Peggy Olson modernas.
Gossip Girl
Junto a Mad Men, Gossip Girl ha sido una de las máximas inspiraciones venidas de la pequeñas pantalla para la industria de la moda. El papel tan relevante que tuvo la moda en las tramas de la serie hizo que muchos diseñadores y personajes del mundillo hiciesen cameos en algún episodio (Solo ahí Rachel Zoe se dejaría tirar una fuente de chocolate por encima). Por no hablar de las veces que hemos soñado con tener en armario de Blair Waldorf, Serena Van der Woodsen... o los dos a la vez.
Una serie que igual que The OC hizo con Mischa Barton y Rachel Bilson, elevó a sus protagonistas a iconos de moda.
Girls
El de la serie creada y protagonizada por Lena Dunham es el nuevo concepto de moda. Ese en el que la ropa se compra en tiendas vintage o de segunda mano y los hipsters son los amos del mundo (más conocido como Brooklyn).
Girls es una serie que cuenta los errores que cometes hasta que te encuentras y lo mismo pasa con las protagonistas y sus elecciones de vestuario, como cuando Jessa acude a trabajar de niñera con un vestido transparente y ropa interior neón.
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