Los paises del Este son una fuente inagotable de tops models que inundan las pasarelas año tras año. Dentro de esos países destaca especialmente Polonia, cuna de grandes tops que triunfan en la actualidad como el caso de Anja Rubik y nuestra protagonista de hoy, Anna Jagodzinska.
Su nombre completo es Anna Maria Jagodzinska, apuntaros bien el nombre, porque esta modelo lleva camino de ser una de las tops más importantes para los próximos años, de hecho en este 2009 ya tiene 12 campañas asignadas.
Nacida en la localidad polaca de Sierpc en Septiembre de 1987, posee por tanto 21 años. Su llegada al mundo de la moda data de cuando aún no había cumplido los 16 años, época en la que entraría a formar parte de la agencia Next Model.
Su belleza clásica cautivó a los responsables de la agencia que rápidamente la pusieron a desfilar. Concretamente su debut fue en el 2003 en Milán para Miki Fukai, Pringle of Scotland y Ronit Zilkha.
El resultado de esos primeros desfiles fue satisfactorio y pronto se mudó a Nueva York a seguir con su carrera, desfilando la temporada siguiente para diseñadores como Marc Jacobs, o DKNY entre otros.
Se estaba dando a conocer, y aún el éxito le quedaba bastante lejos. A pesar de ello ya comenzaría a protagonizar algunas campañas en el 2004 como las de BCBG Max Azria, Moschino Cheap & Chic, y Pollini.
El 2005 fue más exitoso si cabe, protagonizaría sus primeras portadas como las de la edición australiana del Vogue, o la del L’Officiel con Tom Ford.
También protagonizaría la campaña del perfume Moschino Funny, al mismo tiempo que su ritmo sobre las pasarelas se incrementaba, rozando los 40 desfiles por temporada.
Mucha gente ya la veía como una nueva top model, pero en el 2006, en el zenit de su carrera como modelo, decide abandonar las pasarelas debido a que no se sentía lo suficientemente preparada para soportar la presión que suponía llegar tan alto. No en vano, Anna Jagodzinska tenía por aquel entonces 19 años. Se toma por tanto un año y medio sabático, parte del 2006 y el 2007 por completo.
Durante ese tiempo, Anna acabaría sus estudios que dejó aparcados para dedicarse a la moda, llegando al 2008 con la cabeza más asentada y con ganas de volver a triunfar sobre las pasarelas. Evidentemente no lo tenía nada fácil, ya se sabe que las segundas partes no suelen ser buenas, pero en esta ocasión fue todo lo contrario.
Volvería en febrero del 2008, desfilando para no muchos diseñadores pero de renombre, concretamente en la temporada de su regreso haría una docena de desfiles como los de Balenciaga, Louis Vuitton, Chanel y Hermes, además de la alta costura con Givenchy y Chanel.
Suficientes desfiles para volver a dejarse ver, y para demostrar que volvía para triunfar. Y lo consiguió. Tras esos desfiles ya tendría ofertas de Calvin Klein y Alberta Ferretti para ser su imagen promocional.
Pero el auténtico boom llegaría la pasada temporada, donde Anna llegaría a hacer cerca de 60 desfiles y protagonizaría innumerables portadas, editoriales y campañas publicitarias, convirtiéndose en la modelo más solicitada en la actualidad.
Para este verano será imagen de Balenciaga, Calvin Klein Jeans, Chloé, Donna Karan, Prada, Pepe Jeans, Gianfranco Ferre y Marc O’Polo, entre otros. Sin duda, números de toda una top model, que tiene potencial para dominar las pasarelas durante mucho tiempo.
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