Para una friki de la ropa como la que escribe, mantener sus prendas en buen estado es fundamental. Y no hablamos solo de lo que una plancha puede resolver, sino de todo lo que implican los constantes lavados. Una pregunta que puede sobrevolar nuestra cabeza de forma constante es: ¿por qué lavamos tanto la ropa? ¿Es por pura costumbre, por necesidad (en mi caso, lo cierto es que pocas veces necesito lavar las prendas por manchas) o simplemente por eliminar el olor?
Muchas veces es, sin duda, por la tercera: es el olor, ya sea el nuestro o el de un ambiente en el que hemos estado, el que nos lleva a meter las prendas, a veces casi compulsivamente, a la lavadora. Con todo lo que eso implica para el bienestar de la ropa (que pierde lustre tras los procesos constantes de mojado, centrifugado y uso de químicos) y del medioambiente.
Pero existe una solución intermedia, que cumple nuestro objetivo de eliminar el olor de la ropa y que no implica un proceso de limpieza clásico, ya sea en mojado o en seco. Es el dispositivo FreshUp de Bosch y esta ha sido mi experiencia con él.
Mil y una situaciones
Cuando por primera vez tienes ante ti el paquetito de FreshUp, una caja compacta que incluye el dispositivo en sí, una funda, el cargador y un sencillo manual de instrucciones, te planteas cuánto usarás este artilugio poco más grande que un smartphone. Y, al poco, te das cuenta de que serán muchas las ocasiones en las que tu bombilla se encienda y pienses: “Ah, voy a darle una pasadita a este jersey con el FreshUp”.
¿Mi experiencia? En un par de semanas lo he usado tras volver de una barbacoa con amigos para recoger la ropa en el cajón sin olores, o al desempolvar la gabardina para la primavera tras un invierno en el armario (la guardé recién lavada, ¿qué sentido tenía llevarla de nuevo a la tintorería si solo tenía ese característico olor a cerrado?).
Aunque está pensado especialmente para el cuidado de la ropa, sirve para todo tipo de textiles, también para los del hogar (cojines, cortinas...)
También al preparar la maleta para irme de escapada con mis amigas y así llevar mis jerséis favoritos en perfecto estado de revista, pues no me daba tiempo a poner y secar una lavadora (spoiler: es el gadget ideal para las que siempre vamos tarde o con el tiempo cronometrado para cada tarea).
¡Ah! Y resulta que, aunque sea un dispositivo pensado especialmente para el cuidado de la ropa, sirve para todo tipo de textiles, también para los del hogar. Lo empleé para dar un repaso a las cortinas del salón después de una cena con amigos y para eliminar cualquier resto de olor en un cojín que mi madre bordó a mano y del que no se puede extraer el relleno -por tanto, tampoco puede ir a la lavadora-.
Fácil de usar -y casi adictivo-
FreshUp no emplea ningún químico, sino plasma, algo que podríamos definir como el cuarto estado de la materia. Ese plasma, con la tecnología desarrollada por Bosch, es capaz de eliminar (que no enmascarar) el olor de los textiles.
Podemos emplearlo con la ropa puesta o con las prendas sobre una superficie lisa, sea una tabla de planchar o una mesa
Leer esto puede llevarnos a pensar que el uso de este dispositivo es complicado, pero nada más lejos de la realidad. Podemos emplearlo tanto con la ropa puesta como con las prendas sobre una superficie lisa, sea una tabla de planchar o una mesa.
En la cara inferior del FreshUp se encuentra una pieza ovalada que, cuando presionamos sobre la cara superior, se introduce ligeramente en la estructura del dispositivo y hace la magia. El plasma actúa y elimina los olores.
¿Tips a tener en cuenta? Aquí van los míos:
- Hay que mover el dispositivo por la prenda, no dejarlo parado en la zona de la que queremos eliminar el olor.
- Saber que el plasma está haciendo su trabajo es fácil: cuando encendemos el FreshUp, su luz es blanca, mientras que cuando está en uso cambia a morada.
- El plasma deja en las prendas un olor, similar al del cloro de piscina, que te llamará la atención la primera vez que uses este gadget. Pero ¡tranquila! Es una señal de que está eliminando los olores correctamente, y ese aroma desaparecerá posteriormente en unos minutos.
Un detalle más: la sensación de limpieza que aporta FreshUp nos resultará casi adictiva y buscaremos cualquier excusa para emplearlo. ¡Avisada quedas!
¿Todos los tejidos? Oh, yes
Algo que nos puede generar dudas es si este dispositivo servirá para los tejidos más delicados, que, al fin y al cabo, son los que más nos interesa no introducir en la lavadora o no tener que lavar a mano. Comprobado: FreshUp no solo cumple su función en los textiles más especiales, sino que los respeta y mima.
No solo reduciremos el número de lavados, sino que también nos ayuda a ahorrar energía y disminuir nuestra huella medioambiental
¿Ejemplos? Mi jersey negro de lana merino y cuello perkins, un básico de mi armario, es tan delicado que implica lavado a mano. Y con FreshUp esos lavados quedan espaciados: lo que me interesa, que es eliminar olores de sudor o del día a día, se resuelve.
Una falda rosa de pana que llevé a una fiesta también quedó sin olores con unas pasadas de FreshUp (se tarda apenas unos minutos en “limpiar” una prenda, y la batería dura más de una hora). Lo mismo ocurrió con mi jersey verde de cashmere y mohair (una de las joyas de mi vestidor) y con una falda satinada en azul noche que me pongo en contadas ocasiones, precisamente, por lo delicada que es.
Conclusión: cuidado de las prendas y ahorro de energía
¿Cuál es la conclusión tras dos semanas empleando FreshUp? Que no sabía que necesitaba este dispositivo de Bosch hasta que me acostumbré a usarlo. Porque no solo facilita el día a día, ayudándonos a reducir el número de lavados, sino que también nos ayuda a ahorrar energía y disminuir nuestra huella medioambiental (¿sabes la cantidad de microplásticos que se liberan con cada lavado de los vaqueros?).
Un último punto a favor de FreshUp: lo fácil que es de transportar y de usar en cualquier lugar. En mi caso, el teletrabajo no me hace necesitarlo en la oficina, entre reuniones o antes del afterwork, pero sí lo empleé en mis vacaciones de Semana Santa (los madrugones al aeropuerto pueden ser traicioneros en lo que a olores se refiere) y comprobé cómo mis amigas vieron, igual que yo, las muchas posibilidades de uso de este dispositivo, ya sea en casa, de viaje, en el coche o en la ofi.