Los diseñadores de vestuario que visten de realidad al cine español (y llegan a los Oscar)

Los diseñadores de vestuario que visten de realidad al cine español (y llegan a los Oscar)
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El vestuario juega un papel crucial en las películas: ayuda a los actores a meterse en un determinado papel actuando como soporte de sus voces y de su personalidad, evoluciona y cambia al mismo tiempo que lo hace el personaje al que viste, convirtiéndose así actor y vestuario en un todo indivisible. Incluso el vestuario llega a convertirse en una línea narrativa más de la película: nos cuenta una historia por sí mismo.

El diseño de vestuario, como otros aspectos del cine y su tecnología (televisiones incluidas), ha ido evolucionando a lo largo de los años: tanto el modo de documentar las distintas épocas cuando hablamos de una película histórica, como los métodos de confección de los trajes han mejorado y nos permiten encontrar ahora unos personajes mucho más creíbles y realistas. Esto beneficia tanto a los actores para mejorar su interpretación como a los espectadores.

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La mayoría de diseñadores de vestuario o figurinistas del cine español han dado sus primeros pasos diseñando escenografías y vestuarios en el teatro: este es un paso importante, ya que les prepara para poder afrontar los retos de la pantalla grande. De ahí suelen pasar a series de televisión y compaginar estas últimas con las películas.

El trabajo del diseño de vestuario no consiste solo en diseñar y escoger vestidos: sea cual sea la época que se refleja en el film, el diseño de vestuario requiere un gran trabajo de investigación para poder recrear hasta el más mínimo detalle: desde los peinados hasta las joyas, pasando por todas las prendas y complementos.

¿Quién está llevando y ha llevado a cabo todo este trabajo en nuestro cine? Os lo contamos a continuación.

Clara Bilbao, premio Goya 2016 al mejor diseño de vestuario

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La diseñadora Clara Bilbao fue la triunfadora de la noche de los Goya gracias a su diseño de vestuario para Nadie quiere la noche, de Isabel Coixet. De las cuatro finalistas, quizás la película de Coixet era la más complicada de vestir, como ella misma dijo en una entrevista a Vogue antes de la gala, al entrar en contacto dos mundos aparentemente opuestos: por un lado el mundo de occidente representado por el personaje de Juliet Binoche y por otro el mundo de los inuit, el pueblo esquimal de la región ártica.

Bilbao, que ya había ganado un Goya al mejor diseño de vestuario en 2011 por el western Blackthorn de Mateo Gil, ha buscado inspiración en el Museo del Traje de Madrid para el vestuario de Binoche. En el caso del vestuario inuit, Bilbao ha reproducido modelos originales pero cambiando las pieles utilizadas para su confección.

Los diseñadores que abrieron camino

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Si tenemos que hablar de nombres propios que han marcado la historia del diseño de vestuario en el cine español no podemos dejar de nombrar a Eduardo Torre de la Fuente, que se encargó del diseño de producción, la dirección artística y el diseño de vestuario de muchas de las películas producidas en España a finales de los años 40 y durante todo la década de los 50.

También León Revuelta es otro de nuestros diseñadores más importantes. Comenzó a trabajar en la década de los 60 y realizó su último trabajo en 2007. Vistió dos de las obras más importantes de Camus y de nuestro cine: Los santos inocentes y La colmena, donde pudo lucirse gracias a la gran diversidad de personajes en ambas obras.

Además de los diseñadores de vestuario no podemos olvidar el gran trabajo de confección de las sastrerías artesanales, donde se trabajaba a destajo para elaborar o restaurar el vestuario de muchas películas, tanto españolas como extranjeras. La Sastrería Cornejo, en Madrid, que a día de hoy sigue en activo, fue una de las más importantes. Fundada en 1920 por Humberto Cornejo, esta pequeña empresa que comenzó alquilando trajes para zarzuelas y cine español ha terminado por vestir a grandes nombres del cine hollywoodiense como Ava Gardner o Johnny Depp.

¿De quién hemos oído hablar en los últimos años?

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La creación de la categoría del Goya al mejor diseño de vestuario data de 1986, y desde entonces el artista más laureado ha sido Javier Artiñano, que ha conseguido la estatuilla hasta en cinco ocasiones: curiosamente, en cuatro de ellas ha trabajado en la adaptación de una novela al cine (El bosque animado, El rey pasmado, El maestro de esgrima y Lázaro de Tormes) y en la otra ocasión se ha tratado de un remake de otra película (Juana La Loca). Aunque nacido en Costa Rica, Artiñano pasó toda su vida en España, donde comenzó trabajando con grupos de teatro para después pasar al cine y la televisión.

Otro de los nombres más importantes en el diseño de vestuario de nuestro cine es el de Lala Huete, muy de actualidad últimamente tras haber diseñado todo el vestuario que caracteriza a los personajes de Ocho apellidos vascos. Lala, de origen brasileño, ganó su primer Goya junto con Sonia Grande, otra de las grandes figurinistas de nuestro país, por su trabajo en la inolvidable La niña de tus ojos: españoles, alemanes y polacos perfectamente caracterizados para facilitar la interpretación a los actores y la comprensión de la trama al espectador. Su segundo y tercer Goya llegaron de la mano de El embrujo de Shangai y El Greco, e incluso ganó el reconocimiento internacional del premio BAFTA por su trabajo en El laberinto del Fauno.

Sonia Grande es la tercera diseñadora de vestuario que ha triunfado en los últimos años y que lo sigue haciendo hoy en día. Ha trabajado con muchos de los grandes directores de nuestro cine, adaptándose a todos los registros: desde la sobriedad de Mar adentro de Amenábar hasta el colorismo capaz de transmitir emociones de Almodóvar. A nivel internacional ha trabajado con Woody Allen y Nancy Meyer.

Diseñadores en la cresta de la ola

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Si hay un diseñador de vestuario que ha trabajado en el cine español y que ahora mismo está en lo más alto de su carrera, ese es el canario Paco Delgado. En nuestro país ha sido uno de los colaboradores habituales de Álex de la Iglesia, con el que ha trabajado hasta en tres ocasiones (Los crímenes de Oxford, Crimen ferpecto y Balada triste de trompeta), las tres muy diferentes entre sí. Tras estar nominado en 2012 al Oscar a mejor vestuario por Los Miserables, este año vuelve a intentarlo con una de las películas mejor valoradas: La chica danesa.

Otro de los grandes valores de nuestro cine es otra canaria: Tania Hernández, ganadora de un Goya por el diseño de vestuario de Lope, una película de época para la que tuvo que realizar una gran labor de documentación e investigación para recrear el Madrid del siglo XVI. Actualmente forma parte de la junta directiva de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.

El futuro del diseño de vestuario en España

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Helena Sanchís es uno de los valores en alza de nuestro cine: tras haber diseñado el vestuario de numerosas películas españolas desde los años 90 y tras ser nominada al premio Goya en 1994 por Días Contados, Sanchís ha estado trabajando para series de época en televisión. Destacan sus diseños de vestuario para Hispania, la leyenda e Imperium, ambientadas en la Antigüedad, y para Gran Hotel y Velvet, que recrean la España de la primera mitad del siglo XX,

No podemos dejar de nombrar en este apartado a uno de nuestros modistos más prolíficos que ha realizado una importante incursión en el cine: el vasco Etxeberría fue invitado a diseñar el vestuario de Los Juegos del hambre: Sinsajo. Parte 2, una de las películas más taquilleras de este año y en la que el vestuario de los personajes juega un papel crucial, ya que define su personalidad y de qué lado están en la lucha. Quién sabe si este habrá sido el primer paso para adentrarse en el mundo de Hollywood.

El vestuario más realista con la nueva TV OLED de LG

Como hemos hablado anteriormente, el diseño de vestuario en el cine es una tarea muy compleja que exige cuidar hasta los más pequeños detalles: todos los vestidos y complementos deben corresponder al tiempo en que nos encontramos si estamos en una película de época para hacer la acción creíble para el espectador.

Otro de los detalles muy cuidados por los diseñadores, pero que puede perderse cuando vemos la película en televisión, es la diferente calidad de las telas y sus diferencias al tacto, y los distintos tonos de color que se utilizan para los diferentes personajes y para reflejar su evolución durante la película.

Los colores son extremadamente importantes en un film y en buena parte determinan el carácter del mismo: no se utilizan los mismos colores en Mujeres al borde de un ataque de nervios (estética kitsch y colorida de Almodóvar) que en Los otros (el ambiente lúgubre y sombrío de Amenábar refleja el verdadero significado de la película). Además, en el cine partimos siempre de una pantalla en negro y desde allí es desde donde tienen los directores y diseñadores que hacer que surja su film.

Las televisiones con nuevas tecnologías, como las nuevas televisiones pertenecientes a la gama LG OLED, nos ayudan a disfrutar aún más de la experiencia del cine en nuestra propia casa. Los negros, fundamentales en el cine, se muestran 200 veces más profundos, lo cual permite ampliar la gama cromática un 30%. Esto nos proporciona la oportunidad, junto a sus grandes y finísimas pantallas, de vivir el cine con todo detalle: tal y como lo han diseñado los propios directores.

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