Amancio Ortega aumentará su fortuna en 554 millones de euros hoy. Es la mitad de lo que le corresponde en 2016 en concepto de dividendos por sus 1.848 millones de acciones de Inditex, que tributarán al 23%. La noticia nos llega pocos días después de la celebración-sorpresa de su 80 cumpleaños y una vez más provoca batallas campales entre sus fans y sus detractores en las redes sociales.
¿Por qué genera tanta controversia el empresario gallego? Es posible que tenga poco que ver con su dinero y mucho con las creencias de los dos bandos.
Cómo nuestras creencias nos hacen querer (o no) a Amancio Ortega
En el bando de los fans del empresario domina la fe en la igualdad de oportunidades de la sociedad occidental, en el “si quieres y te esfuerzas, puedes”. Es una visión optimista del mundo, ya que pone tu futuro en tus propias manos: puedes controlar tu vida, de hecho lo único que controla tu vida es tu propia voluntad.
Sin embargo tiene un lado oscuro, porque puede significar que si no lo has conseguido es porque no has querido y no te has esforzado lo suficiente. En esta visión no cabe la mala suerte que, por desgracia, existe. (Puede que hayas sido un estudiante de arquitectura brillante, inteligente y trabajador, pero si has acabado la facultad en 2008, es posible que sigas sin trabajo a pesar de todos tus esfuerzos.)
En el bando de los detractores domina una visión contraria: nada está en tus manos, todo es culpa del sistema. El que nace rico siempre será rico, el que nace pobre, siempre será pobre. No vale la pena hacer esfuerzos hasta que esto no cambie. Primero hay que construir un mundo justo que nos pueda garantizar los resultados y luego ya no esforzaremos.
Amancio Ortega contradice esta narrativa: él tuvo éxito a pesar del sistema, en un mundo aún más injusto que el de hoy, partiendo de una situación mucho peor que la nuestra. Precisamente para resolver esta contradicción se recurre al argumento habitual: es un explotador, la gente honesta no se hace rica.
Pero Ortega ha hecho mucho más que confirmar las creencias de unos y poner en duda las de otros.
Cómo el creador de Inditex ha contribuido a la liberación de la mujer
El empresario gallego ha creado una empresa que ha liberado a la mujer. Así como el inventor de la lavadora les ha permitido a nuestras abuelas y madres dedicar menos tiempo a lavar ropa, Zara les ha permitido dejar de coser y tejer por necesidad. El excedente de tiempo libre lo han dedicado a leernos cuentos, lo que ha tenido como consecuencia el aumento de nivel de formación de todos nosotros. Las que siguen cosiendo o tejiendo ahora ya lo hacen por placer.
Inditex ha creado y sigue creando mucho empleo. Sólo en 2015 la plantilla de la empresa a aumentado en 4.120 trabajadores. La industria textil requiere mucha mano de obra, así que su crecimiento siempre lleva consigo un importante aumento de empleo. Actualmente a nivel mundial cada sexto trabajador está empleado en el sector de la moda.
El empleo creado por Inditex llega a los sectores que menos oportunidades laborales tienen y más lo necesitan: mujeres, con bajo nivel de formación, en países con altos índices de pobreza. Obviamente, el empleo textil llega a estos países no por la bondad y el espíritu caritativo de Amancio Ortega. Es porque allí se puede producir a un menor coste. Pero este empleo provoca una reacción en cadena: una mayor demanda de mano de obra hace que los sueldos empiecen a subir. Por ejemplo en Bangladesh, donde el sueldo mínimo del país es de 16,50 euros, el sueldo mínimo del sector textil es de 60 euros. En China, uno de los primeros países en los que empezaron a fabricar las empresas europeas y estadounidenses, los sueldos crecieron una media de 12% anual desde 2001. 15 años de crecimiento salarial de dos dígitos.
Los mayores sueldos significan más dinero para invertir en la educación de los hijos. En el documental The True Cost, cuyo objetivo era mostrarnos las miserias del fast fashion, vemos el ejemplo de una madre que trabaja en una fábrica textil en Dhaka, Bangladesh. Según cuenta, su hija de 10 años va por la mañana al colegio y por la tarde tiene clases con profesores particulares. Las puede pagar gracias a su sueldo. Una mejor educación para esta niña significa un trabajo mejor que el de su madre en el futuro.
Los efectos perversos del fast fashion
El modelo fast fashion que ha contribuido a crear Inditex ha hecho mucho por el empleo, la liberación de la mujer y el aumento del nivel de educación en muchos países del mundo, pero ha creado también problemas.
La producción textil es muy contaminante. El modelo comprar - usar - tirar al que nos hemos acostumbrado ha aumentado aún más la contaminación de la que se le puede responsabilizar. La abundancia de ropa en nuestros armarios nos lleva a que nosotros, gente bondadosa que no explota a nadie, donemos cada vez más a las ONGs. El exceso de ropa que donamos no puede ser vendido en Europa o Estados Unidos, por eso acaba en África. Allí llega a precios tan bajos que ha hecho desaparecer prácticamente la gran tradición textil africana. ¿Quién va a ir a una modista si puede comprar 10 kilos de ropa por la mitad de lo que vale un vestido?..
Un mundo imperfecto
No nos ha tocado vivir en un mundo perfecto. Nuestros empresarios (y políticos) no son mezclas de Jesucristo, Gandhi y Mandela. Son gente normal, como nosotros. Como nosotros, hacen lo que entienden que más les beneficia a ellos y a sus hijos. Aprendamos a reconocer los méritos que tienen. Entonces nuestras críticas también tendrán más fundamento.
Fotos | Inditex, The True Cost
En Trendencias | Inditex registra un beneficio neto de 2,875 millones de euros e incrementa sus ventas en un 15,4%
Ver 3 comentarios