Me encantan estas curiosidades y más para empezar un viernes mientras te tomas el café matutino. Una persona se levanta un día y escribe un post divertidísimo sobre la vida de ensueño de Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York, papel que, como todos ya sabemos, interpreta Sarah Jessica Parker. Y al empezar a hacer cuentas llega a la conclusión de que Carrie Bradshaw debería 3 billones de dólares.
Desde The Frenemy nos encontramos con una declaración sentida (adoro el “you lying bitch!“) de alguien que se cuestiona la vida de una columnista que no para de fumar por su ventana de su apartamento de Nueva York situado en la zona Upper East Side de Manhattan, que no para de escribir de sus ex de forma mordaz y beber cosmopolitans, además de vestir la mejor ropa e ir a las fiestas más selectas. Empecemos el cálculo.
Desde The Frenemy vemos cálculos aproximados:
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Por una columna a la semana en el periódico podría conseguir 500 dólares de forma generosa. Por tanto, 2.000 dólares al mes a favor de Carrie. The Frenemy da aún más generosidad a Carrie y le pone 4.000 dólares al mes de los cuales al quitar los impuestos de Nueva York le quedan 3.850 dólares.
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Un apartamento del tamaño del de Carrie en el Upper East Side de Manhattan, una de las zonas más caras de la ciudad ronda los 2.400 dólares al mes. Aunque The Frenemy tira por lo bajo y lo calcula con 1.800 dólares.
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Gasto en gas y electricidad: 75 dólares al mes.
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Un par de stilettos: 800 dólares (que al final en vez de un par son varios).
Y así sigue sumando los gastos en taxi, en comidas, en cosmopolitans (12 dólares por copa) y llega la parte de la ropa: 1 millón de dólares al mes de forma aproximada.
Aunque lo mejor es la última puntilla: “Condoms: A trillion dollars“.
Un texto muy divertido sobre algo que todos ya pensamos al ver la serie (ésta y todas, películas incluidas).
Nos venden un estilo de vida, no nos están vendiendo la realidad de alguien de a pie porque entonces la trama sería tan aburrida y sosa que no habría esa fantasía que aportan este tipo de productos. Está muy bien verlos pero siempre con la cabeza en su sitio.
Que muchas personas buscan ser como Bradshaw es algo que me parece absurdo, más que nada porque el personaje en sí es algo incomprensible de principio a fin. Es un producto frívolo, entretenido e intrascendente. Cuando se busca llevarlo a un nivel más o imitar el comportamiento de esos iconos que nos están vendiendo es cuando mejor deberíamos coger un libro y aprender a tener un poco de cabeza y personalidad. Y lo mismo se puede aplicar a la moda en general.
Vía | Refinery29 >>> The Frenemy
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