La maldición del Diablo viste de Prada parece que se cumple. Si bien siempre han existido rumores de rivalidad entre las editoras más potentes del imperio Condé Nast, rumores que por otra parte, las protagonistas siempre se han empeñado es disipar apareciendo juntas y sonrientes en actos públicos y profesándose admiración mútua en todas sus declaraciones, nunca creímos que la ficción, se haría realidad.
El caso es que hace ya tiempo que circula un runrún que afirma que Anna Wintour se retira de su trono (tal y como ya nos comentó Montag en su momento) porque las cuentas, con ella al frente, ya no salen: tras la caída en picado de Men’s Vogue, los flojos ingresos por publicidad y el sueldo desorbitado que cobra (2 millones de dólares anuales), las pérdidas son cada día más acusadas. Y la crisis, no perdona. Por no hablar de ligero cambio de dirección en la línea editorial.
Pero, ¿Carine Roitfeld como sustituta? Lo dudo mucho.
Aunque dicen que Si Newhouse (Samuel Irving Newhouse, dueño y señor de Advance Publications, grupo al que pertenece entre otras, el gigante Condé Nast) ya se habría reunido con Roitfeld para cerrar el trato (empezaría en en enero de 2009), la hija de Carine y él mismo, se han apresurado a desmentirlo, según cuenta el New York Magazine.
A mi personalmente me parece una opción bastante improbable y no creo que llegue a producirse. Carine vive momentos de gloria al frente de Vogue Paris (que por cierto es la única edición que lleva el nombre de la ciudad, y no del país), ha hecho de él su feudo, y todo un referente muy personal pero a la vez totalmente representativo: su mano y su tono en Vogue USA, no tendrían ningún sentido.
Vía | New York Magazine
Ver 4 comentarios