Pues sí, las cosas no pintan bien para la relación entre el grupo LVHM y Tiffany & Co. Y es que después de que se anunciase la compra de la famosa firma de joyería por parte del gigante del lujo donde encontramos marcas que van desde Louis Vuitton, a Dior, pasando por Bvulgari o Fendi (entre otros muchos más), finalmente estos se echaron para atrás decidiendo no llevar a término la adquisición.
Vamos, lo que parecía el enlace perfecto, una de esas parejas que serían para siempre, no solo no han llegado a formalizar su relación, sino que además han terminado en los Juzgados.
A finales del año pasado, la noticia de que LVHM y Tiffany & Co. habían llegado al acuerdo de adquisición por un precio de 16.200 millones de dólares (unos 14.700 millones de euros al cambio), dio la vuelta al mundo ya que suponía la mayor compra de la historia del grupo del millonario Bernard Arnault.
En todo caso, se esperaba, según informaron en su momento, que el cierre de la transacción se realizaría a mediados de 2020, y todo ello sujeto a la recepción de aprobaciones reglamentarias y la satisfacción o exención de otras condiciones de cierre habituales.
De esta manera, la cosa ha dado un giro inesperado y en el día de ayer, el gran conglomerado LVMH emitió un comunicado en el que ponían en conocimiento del gran público la decisión:
Tras la secuencia de sucesos que han venido minando la adquisición de Tiffany&Co, el consejo de administración de LVMH se ha reunido para revisar la situación en la que se encontraban las inversiones previstas a la luz de los últimos acontecimientos. El consejo ha tenido acceso a una carta del Ministro de Europa y Asuntos Exteriores que, en reacción a la amenaza de que Estados Unidos pretende aplicar tasas a los productos franceses, solicita al grupo LVMH el aplazamiento de la adquisición de Tiffany hasta el 6 de enero de 2021. El consejo también ha tomado nota de la petición de Tiffany de que la fecha límite de la realización del acuerdo pase del 24 de noviembre de 2020 al 31 de diciembre de 2020. Como resultado de estos hechos y con las informaciones y el análisis de los principales asesores del equipo legal de LVMH, el Consejo ha decidido ajustarse a los términos recogidos en el acuerdo de fusión firmado en noviembre de 2019, en el que se preveía que, en cualquier caso, el plazo para formalizar y registrar la operación no sería más allá del 24 de noviembre de 2020, por lo que se comunica de manera oficial que, ante la situación actual, el Grupo LVMH, como resultado, no completará la adquisición de Tiffany&Co.
De esta manera, daban por finalizado el acuerdo, lo que no tardó en tener su respuesta por parte del grupo de joyería que presentó una demanda ante los Juzgados de Delaware (Estados Unidos), reclamando al conglomerado el cumplimiento de cumplimiento de lo acordado.
De esta manera, desde Tiffany han emitido también su propio comunicado donde se pueden leer las palabras de Roger N. Farah, Presidente del Consejo, que dice: "Lamentamos tener que hacerlo, pero LVMH no nos ha dejado otra opción que emprender acciones legales para proteger a nuestra compañía y nuestros accionistas. Tiffany ha respetado todas sus obligaciones respecto al acuerdo de fusión y se comprometió a cerrar la operación siguiendo las condiciones establecidas el pasado año, por lo que la compañía espera lo mismo de LVMH".
Igualmente, dejan patente en la demanda el incumplimiento de obligaciones relacionadas con la obtención de la autorización antimonopolio (las cuales parece que a día de hoy no habrían sido ni solicitadas), además de que refuta las acusaciones sobre las cuentas del grupo de joyería, y aluden que en el Acuerdo de Fusión, LVMH asumió todo el riesgo no solo para la obtención de la autorización antimonopolio, así como el riesgo financiero relacionado con las tendencias adversas de la industria o las condiciones económicas.
Pues bien, la cosa lejos de terminar ahí y que decidan los Juzgados, como se suele decir, continúa y hoy mismo, LVMH ha publicado un nuevo comunicado en el que expresan su sorpresa por esta demanda que consideran "totalmente infundada y claramente preparada por la contraparte desde hace mucho tiempo, siendo comunicada de una manera engañosa a los accionistas lo que es difamatorio".
En el mismo anuncian que se defenderán vigorosamente, considerando que "la acción de Tiffany es deshonesta en sus relaciones con el grupo". De hecho, no solo dicen que han solicitado todas las aprobaciones de las autoridades, sino que además hacen hincapié en la situación económica de los otros.
El Consejo de LVMH, además, tuvo la oportunidad de examinar la situación económica actual de Tiffany y de su gestión de la crisis. Ello señaló que los resultados del primer semestre y sus perspectivas para 2020 son muy decepcionantes y significativamente inferiores a los de marcas comparables del Grupo LVMH durante este período. Por lo tanto, LVMH se verá impulsado a desafiar el manejo de la crisis por parte de la gerencia de Tiffany y su Junta Directiva. LVMH considera, entre otras cosas, que este período se ve afectado por un Efecto Adverso Material (Material Adverse Effect), por el que Tiffany no siguió un curso normal de negocios, especialmente en la distribución de dividendos sustanciales cuando la empresa tenía pérdidas y que el funcionamiento y la organización de esta empresa son no sustancialmente intacto. LVMH confirma, por tanto, que no se cumplen las condiciones necesarias para la conclusión de la adquisición de Tiffany.
Sin duda, estamos ante una guerra que no ha hecho más que empezar, en el que las obligaciones contractuales, las ganancias, las cuentas y las decisiones de una y otra Junta son totalmente contrapuestas.
Lo que parece claro es que ya no veremos ya no veremos a LVMH desayunar con diamantes.
Fotos | @tiffanyandco y @lvmh