Aunque la moda puede parecer frívola, también puede lanzar potentes mensajes sociales y reivindicativos. Ya lo hizo Vivienne Westwood en los años 70 y 80, y ahora, la joven diseñadora Angela Luna, estudiante de la prestigiosa escuela de moda Parson's de Nueva York, le sigue los pasos. En su colección de fin de estudios ha decidido prestar atención a los refugiados sirios que tanto están sufriendo en la guerra, en su viaje hacia Europa, y en los campos de refugiados. Una moda que remueve conciencias.
La estudiante americana ha hecho mucho más que una colección repleta de vestidos bonitos: ha investigado la situación de los refugiados y ha tratado de dar solución práctica a los problemas a los que se enfrenta un refugiado en su día a día, y todo a través de la ropa.
Así, ha creado "una chaqueta convertible en saco de dormir, un chaleco para llevar niños en trayectos largos, otro convertible en chaleco salvavidas y una parka de camuflaje reversible". Todo con tejidos tecnológicos impermeables y resistentes, una colección realista y viable.
Si esta colección consigue el apoyo de organizaciones como Naciones Unidas o el Comité Internacional de Refugiados puede hacer que la moda y las últimas tendencias no sirvan solo para la élite sino que sirva también para ayudar a quien lo necesita. Lo importante es hacerla con un precio asequible para que la colección cumpla el objetivo con el que se creó.
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