Incluso antes de que el escándalo Caitlyn Jenner explotase en forma de portada para Vanity Fair, Primark ya había experimentado un pequeño altercado con el tema transgender. Una mujer transgénero expresó sus quejas hacia el staff de una tienda de la cadena low-cost que le denegó el uso del probador femenino. Ahora, Primark ha decidido mover ficha y sentar las bases para que esto no vuelva a ocurrir, porque la comunidad transgender también tiene cabida en sus tiendas.
La guía que Primark otorga a su staff ha variado, desde hace unos días la enseña irlandesa ha incluido un apartado exclusivo para concienciar a sus empleados acerca del trato con las personas transgénero.
Bajo el título “una talla sirve para todos”, Primark añade “los clientes se tienen que sentir cómodos cuando se prueban un artículo, por ello, las personas transgénero podrán utilizar el probador que ellos deseen. En caso de duda es muy sencillo saber qué hacer, simplemente ¡otorgar el mismo nivel de magnífico servicio a todos!”
Al parecer los niveles de concienciación de la población acerca del sector transgénero no son tan elevados como deberían, y una situación que bien podría haber sido salvada con cierto tacto y sentido común, ha desembocado en una modificación de la guía de actuación de los empleados de Primark. ¿Realmente era necesario?
Foto de portada | Primark
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