La comedia romántica del año la protagonizan (de nuevo) Ryan Gosling y Emma Stone

Para muchas de nosotras -obviamente debo incluirme en el grupo y capitanearlo- cuando hablamos de Ryan Gosling se nos llena la boca de buenos piropos (algunos de ellos extremadamente salvajes). Nuestro amor por él va más allá de su papel en el Diario de Noah o en su guapura extraña que nos deja con la boca abierta y la baba colgando. Nos gusta su sentido del humor, sus bíceps trabajados -sin pasarse de la raya- y ese amor que siente por su perro (obviemos el hecho de que está casado con Eva Mendes). Y este verano ese amor volverá a resurgir, más intenso que nunca, gracias a su última película: La la land.

No hace falta que nadie hable para entender de qué se va: un romance en toda regla donde su director, Damien Challeze, ha querido juntar de nuevo a Ryan Gosling y Emma Stone (ya los vimos en Crazy, Stupid, Love). Sebastian (Gosling) es un pianista que se enamora perdidamente de Mia (Stone), una aspirante a actriz probando suerte en la ciudad de Los Ángeles. Ambos comparten un mismo objetivo: hacerse un hueco en el mundo del espectáculo, pero se dan cuenta de que el equilibrio entre el amor y el arte es un enemigo para su relación.

Con Hollywood como perfecto telón de fondo, este musical nos invita a soñar -y a creer- en el amor, haciendo que los suspiros sucedan repetidas veces de manera imparable y casi automática. Para ello deberemos esperar a finales de verano, pues la cinta se presentará en el Festival de Venecia el próximo 31 de agosto.

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