Las sandalias son el calzado del verano por excelencia. Son cómodas, son fresquitas... pero tienen un problema y es que el pie suda igualmente y deja su huella en la planta en forma de una antiestética mancha ocre. Además de no ser bonito, es algo que envejece la apariencia de nuestro calzado... No obstante, podemos limpiar este tipo de suciedad sin mucho esfuerzo y productos low cost al alcance de todos.
Un cepillo de dientes viejo, unos paños, jabón para cuero, cuencos con agua... son herramientas muy útiles (y comunes) de las que podemos ayudarnos para limpiar nuestras sandalias. Sin embargo, la estrella a la hora de eliminar las manchas de sudor es el bicarbonato de sodio.
Es un truco que funciona ya sea el calzado de cuero, plástico, corcho o gamuza. Además, este es un producto tan maravilloso que no solo es útil para blanquear sino que también para eliminar el mal olor.
Y es se trata de un compuesto que tiene muchas utilidades en lo que a limpieza se refiere. Como ya hemos visto en otras ocasiones, mezclado con vinagre es perfecto para deshacerse de las manchas amarillas de la ropa. Aunque este no es ni de lejos el único "life hack" que esconde el bicarbonato de sodio...
Birkenstock
Pero volviendo al caso de las manchas de sudor de las sandalias, para conseguir los mejores resultados, primero hay que lavarlas con agua caliente. Después, espolvorear el bicarbonato sobre la suela y dejarlo actuar durante unos cinco minutos.
Una vez transcurrido este tiempo, se deben retirar los restos con un cepillo de dientes viejo o que ya no se vayas a utilizar y ¡a estrenar viejas nuevas sandalias!
Foto de portada | Ellena McGuinness en Unsplash
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