Cuenta la leyenda que si vas al gimnasio de junio a septiembre se oyen unas voces en los vestuarios que dicen algo como (voz de fantasma): «¿pero qué haces aquí? Si la operación bikini ya ha terminado? Vete a tomarte unas cañas y una buena tapa de bravas». Por lo visto, ir al gimnasio en verano es como estudiar los cinco minutos de antes de un examen, que no sirve para nada y de hecho, jugará en tu contra.
¿Vosotros también tenéis la sensación de llegar siempre tarde a la operación bikini?
Pues tranquilos. La culpa no es nuestra. La culpa es de los estatutos, de las normas, de las instrucciones mal explicadas. La culpa siempre es de otros, obviamente. No queda nada claro cuándo debería empezar una buena operación bikini. Después de las navidades parece buena opción pero falta demasiado tiempo para enseñar carnaza, pensamos que se puede volver en nuestra contra y nos imaginamos en junio haciendo una re-operación bikini. Una buena opción sería seguir el planteamiento de cualquier fiesta mayor. En las Fallas, por ejemplo, siempre se dice que el 20 de marzo ya se empieza a trabajar en las del siguiente año. Sinceramente, No me imagino yo el 1 de septiembre diciendo: AHORA IS THE MOMENT. No. Es antinatural. Ahora que puedes ir con medias negras tupidas no vas a pensar en el bikini de flecos del siguiente año. Queda mucho. Demasiado. Calla, calla.
El efecto rebote suele rebotarme un par de veces al año en la cara
Ante la imposibilidad de comprender el calendario oficial de la operación bikini me planteé buscar la receta de la felicidad. La receta de la felicidad para estar como una fresca lechuga recién despulgada todo el año. Y pensé en las famosas y en sus trucos definitivos e irrefutables de belleza. ¿Y si hiciéramos un mix de todo lo que hacen? ¿Son ciertos esos trucos tan sencillos? He descubierto que ellas no mienten. Me explico:
El día tiene 24 horas. Las famosas dicen que beben muchísima agua. Dos litros de agua. Dos mínimo. Eso te quita mucho tiempo entre beber y depurar. Pongamos 2 horas. También consideran necesario dormir al menos 8 horas. Pongamos que no es políticamente correcto decir que duermes 10 horas. Y si sumamos a las 10 horas las cabezaditas son 12 horas de sueño. Reír. Reír es fenomenal. Hay que reírse. Pongamos que estas mujeres se ríen mucho. Contando risas, sonrisas y torceduras sexys de boca, redondeando por lo alto… diez minutos al día. Echarse cremas, exfoliarse, ponerse aceite de argán en el pelo, pepino en los ojos y pasarse la cuchilla pongamos que les lleva 3 horas. Algunas incluso dicen que para estar guapa hay que darse una ducha de agua templada al despertarse. Pongamos que les lleva 30 minutos. La media hora del yoga. Que si el veneno de serpiente, el bálsamo labial y el repelente de mosquitos, otra hora al día. Luego la crema de las hemorroides y los ejercicios pélvicos y vaginales. Otra hora más. Dos limpiezas en profundidad al día de la cara con su agua micelar de 20 minutos cada una. Una media de cuatro discusiones que suman dos horas. El típico polvo de 15 minutos. Y a dormir otra vez.
Y digo que ellas no mienten porque estos trucos y secretos de belleza no te dejan tiempo para sentarse y comerse plácidamente un buen plato de lentejas (de primero). No es que ellas no quieran. ¡Es que sus trucos de belleza no se lo permiten! Ahora lo entiendo todo.
¿Hablamos el uno de enero y lo vamos viendo?
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