La felicidad es un concepto complejo y único para cada persona. Para unos es pasar tiempo con su familia, para otros es tener la posibilidad de viajar a sitios desconocidos. Para muchos, existe la creencia de que el dinero da la felicidad. Tendemos asociar el dinero con éxito y este, con la felicidad.
Sin embargo, y tal y como explica Arthur C. Brooks, el famoso profesor de Harvard experto en felicidad y autor de libros como el reciente bestseller ‘La madurez inteligente: Cómo alcanzar el éxito, la felicidad y un propósito profundo en la segunda mitad de la vida’, el verdadero bienestar depende de lo que hagamos para conseguir felicidad emocional siempre y cuando tengamos cierta seguridad financiera. Es decir, podemos centrarnos en ser felices cuando económicamente estamos tranquilos. Pero como afirmaba en el podcast de TheStreet, es más importante que conseguir esa felicidad financiera no interfiera en la felicidad emocional.
El dinero no da la felicidad, pero ayuda
Según el mapa de Visual Capitalist sobre la riqueza media por países con datos de Credit Suisse, aunque la riqueza no siempre contribuye a la felicidad, existe una correlación entre ellas ya que en general, los países más ricos tienen las puntuaciones de felicidad más altas. ¿El dinero da la felicidad? Sí y no. Es más que evidente que en la sociedad capitalista en la que vivimos y teniendo en cuenta que existen pocas cosas que no nos cuesten dinero, desde las más básicas como comer hasta las más relacionadas con el ocio como viajar, el dinero es necesario. Quizá la pregunta realmente interesante es cuánto dinero es necesario para que podamos permitirnos ser felices en otros aspectos de nuestra vida.
Tener dinero aporta tranquilidad. De hecho existe el concepto de felicidad financiera y según una encuesta de la empresa de servicios financieros Empower para el 67% de los estadounidenses poder pagar las facturas es felicidad financiera, así como estar libre de deudas para también más del 60%. Esto es debido a que tener cierta libertad económica nos permite satisfacer las necesidades básicas sin estrés, según un estudio de los nobeles de economía, Daniel Kahneman y Angus Deaton. Aquellas personas con mayores ingresos tenían mayores niveles de satisfacción con sus vidas. Pero aunque la satisfacción aumenta a medida que también lo hace el dinero, hay un punto en que el bienestar deja de percibirse en aumento y es al llegar a los 75.000 dólares al año -estudios posteriores fijan esa cifra en 95.000 dólares-.
Si lo pensamos fríamente, la felicidad financiera no es otra cosa que el estado en el que el dinero (o más bien la falta de él), no nos provoca ansiedad. Si nos vamos a España, para el matemático Santi García Cremades y como explicaba en el programa Cuatro al Día, la felicidad financiera para un español vale 18.000 euros al año. Con ese dinero las necesidades básicas estarían cubiertas aunque bajo mínimos, porque establece 250 euros al mes por persona para necesidades fisiológicas como comer o pagar los gastos de una casa, 816 euros al mes por persona para las necesidades de seguridad (la hipoteca o el alquiler) y añadiendo el gasto medio en ocio que calcula el INE y que es de 355 euros al mes por persona. El matemático añade un 5% más para realización personal y profesional.
Para el economista Santiago Niño Becerra, y tal y como explicaba en una intervención en Catalunya Radio, la cifra asciende a 44.260 euros al año, algo a lo que muchos ni soñamos con alcanzar. La Universidad de Purdue afirma que la felicidad financiera para los españoles es de 71.000 euros. En muchas ocasiones esas cifras dependen de la comunidad autónoma en la que vivamos, pero también de si tenemos una casa pagada o no, o de la cantidad de deudas que nos ahogan. El poder adquisitivo de los españoles lleva más de dos años en descenso. Primero por la inflación provocada por la pandemia y después, por la crisis energética que ha subido no solo el precio de combustible y luz, sino que también ha encarecido prácticamente toda la cesta de la compra según el INE.
Lo más importante no es el dinero, sino lo que haces con él
“Las personas que dicen que el dinero no compra la felicidad, tienden a tenerlo”, aseguraba Brooks. Pensamos de forma errónea que alcanzar el éxito es sinónimo de alcanzar también la felicidad, explica el experto, pero “esos caminos que te llevan al éxito y consiguen fama, dinero y prestigio, en lugar de felicidad te llevan a la frustración”. Por eso, y basándose en todos sus años de experiencia e investigación en la felicidad, la verdadera cuestión es qué quieres hacer con el dinero para ser más feliz.
Si cambiamos el enfoque de la pregunta entenderemos que para alcanzar la felicidad no siempre tendremos que tomar las decisiones más rentables. Por ejemplo, si queremos pasar más tiempo en familia pero ganar ese dinero para gastarlo con otros nos impide justo eso, tener tiempo, estamos andando por el camino equivocado. “Comprar experiencias con las personas que amas, reservar tiempo y pasarlo con las personas que amas, dar tu dinero a las causas que te hacen sentir bien y ahorrar tu dinero. Todas esas cosas, en realidad, traen felicidad auténtica. Esas son las formas de comprar la felicidad”.
No se trata de ganar más, sino de “invertir” ese dinero mejor. De hecho el propio Brooks afirmaba que no es tan importante ganar más dinero, sino saber mantener los gastos bajo control, es decir reducir los malos hábitos de gasto. ¿Necesitas un coche nuevo cada tres años para ser feliz? No. Mi pareja tiene un coche con 20 años y pocas personas conozco que sean más felices que él. ¿Me aporta una felicidad real comprarme un conjunto de Zara cada semana? No, y entenderlo me ha hecho ahorrar porque lo que recibía era un chute de dopamina cortísimo que poco tiene que ver con la felicidad verdadera. El refranero español lo sabía y nosotros lo hemos olvidado: “no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita”.
La reducción de los gastos hormiga de los que muchas veces no somos conscientes, evitar pedir créditos para gastos que realmente puedes permitirte o reducir el uso de las tarjetas de crédito son algunas de las técnicas que según el experto nos pueden ayudar a alcanzar esa felicidad financiera con la que después, conseguir la ansiada felicidad emocional.
Fotos |Alexander Grey en Unsplash, El lobo de Wall Street (2013)
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