Hacer publicidad a golpe de polémica o el clásico “que hablen de ti, aunque sea mal” es una técnica publicitaria que controla como nadie la firma norteamericana American Apparel. Sus campañas buscan hacer reaccionar al espectador y que se hable de ello, una estrategia a los que se ha unido en sus últimas campañas la firma Desigual.
Que los anuncios de Desigual lleven un hashtag asociado no es ninguna coincidencia. Con ellos, la firma busca que la gente exprese su opinión sobre la campaña a través de ese canal. Anuncio polémico + hashtag propio son los elementos necesarios para que se consiga el resultado deseado, ser trending topic, o tema del momento en Twitter y así, darse a conocer. Es más complicado conseguir que alguien entre en tu tienda que conseguir que alguien se meta en un hashtag críptico (del tipo #túdecides, #tengounplan o #yomeatrevo) y conozca así tu marca.
El escándalo en Twitter lleva consigo un espacio seguro en medios. ¿Le estaríamos dedicando un post a sus campañas si no fuera por este fenómeno? Seguramente no, y tampoco hablarían de ellos las ediciones online de los periódicos españoles.
El spot de Desigual en el que se ve a una modelo frente al espejo colocándose un cojín en la tripa simulando estar embarazada para acto seguido coger un alfiler y pincha unos preservativos es el último y el más polémico de todos los anuncios que la firma ha lanzado desde que empezó esta nueva línea publicitaria a finales de 2012.
Tal ha sido el revuelo y las reacciones de personalidades y asociaciones como Facua que la firma ha tenido que salir en defensa de éste.
Un anuncio con una chica que pincha un condón. Superdiver o sea. ¿El mensaje es que si compras #Desigual serás igual de imbécil?
— FACUA (@facua) Mayo 2, 2014
A través de un comunicado, Desigual contestaba a la polémica generada diciendo que su anuncio es un "grito a la liberación personal y al derecho a perseguir los sueños". Para sus responsables, el acto de pinchar un preservativo “puede ser un canto a la maternidad, un símbolo, una metáfora. (…) Se trata de ficciones publicitarias donde cada uno es libre de interpretar el final y el mensaje.”
Pinchar un preservativo es un acto que llama poderosamente la atención, como lo puede ser encender una cerilla en la oscuridad o pinchar un globo en el silencio. Ahora bien, encender una cerilla no tiene que servir como síntoma de piromanía, sino que puede ser un símbolo de tener una idea, de alumbrar, de emprender, etc. Pinchar un preservativo puede ser un canto a la maternidad. Un símbolo, una metáfora. La imaginación es libre de pensar en consecuencias.
Antes de este #túdecides vinieron otras polémicas como la serie de vídeos en los que tres chicas explicaban sus propósitos de año nuevo: presentar a sus padres a su nueva pareja (una mujer), acostarse con su jefe o romper con todo para viajar a Tailandia y, allí, “enrollarse con un buzo, o con un surfista o con los dos a la vez”.
O ese #yomeatrevo, la campaña de la firma centrada en el lanzamiento de su nueva fragancia en el que, mientras una chica tumbada en un sofá juguetea con un bote de colonia, una voz en off comenta: “Estas son las nuevas fragancias desigual… y esto no es un pintalabios”.
Todos estos anuncios lograron lo que Desigual buscaba, ser en su momento trending topic. Lo malo que tiene jugar con fuego es que al final, te acabas quemando.
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fibs
Han sido muchas las ocasiones en las que se ha comentado este dichoso anuncio en pocos días. En una tertulia radiofónica, un conocido escritor afirmaba que le parecía ridículo el enorme impacto y las tremendas críticas que estaba recibiendo este spot. Le costaba entender, o eso creo, cómo es posible que una simple campaña pueda ser interpretada como una herramienta potencialmente peligrosa, capaz de implantar en nuestros cerebros ideas peregrinas como pinchar condones. Huelga decir que estoy en desacuerdo con su postura, y que me sumo a la de aquellos que se han enfurecido intensamente.
Actualmente, trabajo como profesora, con adolescentes con serios problemas personales en la mayoría de los casos, y os puedo asegurar que son esponjas que asumen como dogmas las "normas" que se les imponen desde la publicidad. Sus hábitos de consumo, la gestión de su tiempo de ocio y la visión que tienen de sí mismos y de los demás son elementos que se ven irremediablemente condicionados. Siempre me ha parecido un poco preocupante esta rueda de consumo en la que nos hallamos (TODOS) metidos, que nos genera necesidades en muchas ocasiones nunca satisfechas y, por tanto, frustraciones. Además, cada vez las diferencias sociales son más acusadas, si bien no tanto por el barrio en que uno viva o su presupuesto, sino más bien por la "actitud vital" que uno tiene y el mayor o menor acople a los roles establecidos. Pero eso es otra historia.
Me preocupa enormemente la presión a la que las nuevas generaciones, en especial las chicas, se ven sometidas. Las exigencias con respecto a la estética corporal son cada vez más rígidas. Considero que con ello lo único que se consigue, aunque entiendo que me lo discutáis, es una simplificación de la mentalidad de los individuos, lo que conduce a un atraso en los valores y en el cariz de los vínculos establecidos en las relaciones interpersonales. En esta última etapa, sobre todo, he podido observar que, nuevamente y por desgracia, las muchachas jovencitas vuelven a asumir posiciones de sumisión con respecto a sus parejas, a las que han de satisfacer sin molestarlas. Se acogen a un supuesto progresismo y a una falsa idea de liberación para cubrir determinado tipo de necesidades. Ellas son las que se enamoran y ellos los que se las quitan de encima. Por supuesto, aunque creo que es la tónica general, no niego que haya maravillosas excepciones. "Es muy bueno, profe, ni me pega ni nada", me dijo una de mis niñas de Secundaria hace unos meses. Espeluznante.
Las relaciones de pareja, la posición de las mujeres en la sociedad y el cambio de los roles se estaban encaminando, con el duro trabajo de muchas luchadoras más viejas que los que nacimos en los 80, hacia la igualdad. Esto que tenemos, llamadlo sistema si queréis, se construía entre todos a gran escala, al igual que ocurría con el proyecto personal familiar, en el seno de nuestra experiencia individual. La maternidad ha de ser, cuando tiene lugar en pareja, algo deseado, compartido y consensuado.
Tal vez no fuera la intención de estos "genios" hacernos pensar que las mujeres tratamos de atrapar a los hombres pariendo criaturas o que todas estamos obsesionadas con vestidos blancos y grandes ceremonias tradicionales. Es posible que, simplemente, pretendieran hacernos sentir eso, que la vida es chula, que hay que vivir el momento. No obstante, no puedo parar de preguntarme en cuántas cabezas no se habrá encendido una lucecilla de asentimiento al pensar, "mírala, qué fresca, hay que tener cuidado porque el día menos pensado una de estas te hecha el anzuelo y va y te pesca".
busta50
Pues yo de los hombres iría a pincharles todos los globos que ponen en sus tiendas, a ver como les sienta a ellos eso.. ¿No son tan happy?
raquecaren
Como consumidora pensante, pienso que este spot que dice representar un grito a la liberación personal y el derecho a seguir nuestros sueños, nos muestra todo lo contrario; cual persecución de sueños puede haber mintiendo, mostrándonos como,calladas, sumisas, es una agreción hacia las mujeres y lo peor hacia las campañas de prevención e información que triste!!!.
imgloglo
Bueno, yo no pincharía un condón ni loca... pero tampoco es para echarse las manos a la cabeza! En esta sociedad parece que es peor obligar a un hombre a ser padre que obligar a una mujer a serlo, ejem.
El tema es que Desigual siempre ha buscado la polémica y sabe cómo hacerlo: esto es publicidad y el mensaje me parece una manera nada ñoña de expresar el sentimiento de ser madre.
Fin de la cita.
Natxo Sobrado
¿La vida de Desigual es chachi? Lo que es es una vergüenza.
carmes
alucinante que se defiendan diciendo "la imaginación es libre de pensar las consecuencias" . a lo mejor s que tengo una imaginaciòn desbordante, pero juraría que las consecuencias de pinchar preservativos son riesgo de embarazo
val.garvia
En fin, podría desarrollar muchas observaciones subjetivas al hilo del dichoso anuncio, tales como el rol de la mujer en la sociedad actual y su evolución en el SXXI, las mamás y papás solteros, el poder de la imagen...y tantas otras ideas que se me vienen a la cabeza y que encajan perfectamente con la visión de un ente despersonificado que parece "revolucionar la cultura" y ponernos a los pies de un nuevo y auténtico mainstream consumista, que diga, "liberador".
Pero creo que el comentario número 2 de fibs, expone casi todo y más de lo que se podría decir.
Ale, venga, como loc@s a vestirse como un arcoíris todo el año, a que te atraquen en caja, pero eso sí, a ser muy muy guays y super únicos.