Comérte a Terry Richardson no es fácil pero Eniko Mahelik puede con él y con muchos más. Así la vemos en la última campaña de joyas de la firma David Webb: transgresora, diferente y con un punto acidez original. ¿Quién la firma? El propio Richardson (of course), que de manera diferente ha querido aparecer en las imágenes: a modo de muñequito de plástico. ¡Me encanta!
Y ella más. ¿Quién dijo que las campañas de joyas debían de ser clásicas y aburridas? Eso no va con Mr. Richardson, y si no, a las pruebas me remito. Y yo me pregunto, ¿deben vender la réplica del fotógrafo? Más de una la querría como acompañante de sus Barbies...
A lo que vamos, las joyas son de excepción, de esas que sólo ves en catálogos y detrás de escaparates blindados, pero que nunca (o casi nunca) podremos lucirlas en nuestras muñecas, cuellos u orejas. Una pena la verdad.
En fin, ¿qué os parece el resultado final?
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