En los últimos tiempos, Instagram y sus usuarios están poniendo especial énfasis en la lucha contra el contenido falso que se publica en laa red social. Ya sea en formato fake news, publicidad engañosa de marcas e instagrammers e incluso los tan usados filtros beauty de realidad aumentada, que distorsionan la percepción que tenemos sobre nuestra imagen. Ahora, Noruega ha ido un paso más allá y le ha declarado la guerra al photoshop y el resto de programas de edición de imagen.
El país nórdico acaba de sentar un importante precedente al aprobar una ley que prohíbe a anunciantes e influencers publicar fotos retocadas. Tanto fuera, como dentro de Internet. Todo con el objetivo de luchar contra los ideales de belleza irreales que vende y promete la publicidad.
El Ministerio Noruego de Infancia e Igualdad ha aprobado, con 72 votos a favor y 15 en contra, una ley que exige que las imágenes en las que se haya alterado el tamaño del cuerpo, su forma o el aspecto de la piel (ya sea antes o después de tomar la foto) tienen que llevar una etiqueta diseñada por el gobierno que así lo advierta.
Por ejemplo, tendrían que ver la luz con dicho warning fotografías en las que se haya estrechado la cintura de las modelos, aumentado sus labios o los músculos, entre otras alteraciones. Esta ley solo se aplica a aquellos materiales con propósito promocional pero afecta tanto a los anunciantes que publiciten sus productos en revistas y billboards, como a las celebrities e influencers que publiquen publicidad pagada en sus redes sociales.
Esta medida se suma a la misma línea tomada por Getty Images de eliminar de su base de datos todas aquellas imágenes de modelos que hayan sido retocadas. También la normativa francesa que, desde 2017, obliga a las revistas a indicar cuando una foto ha sido modificada con photoshop.
Por otro lado, en lo tocante a las instagrammers, un estudio publicado en la revista JAMA concluyó que, desde que los filtros de realidad aumentada irrumpieron en nuestras vidas, ya no queremos parecernos a los famosos sino a nuestra propia imagen distorsionada.
De este modo, según refleja el mismo estudio, las intervenciones más demandadas son aquellas para corregir la asimetría facial, la caída de los párpados, las arrugas, el aspecto de la nariz y aumentar el tamaño de los labios. Esto ha llevado a que en Inglaterra también se prohíba el uso de este tipo de filtros cuando se haga publicidad en Instagram para marcas.
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