Desde que las mascarillas se convirtieran en un complemento de nuestra vida cotidiana, han ido apareciendo diversos items para ellas como cajas para guardarlas, correas de extensión o cadenas y cordones para colgarlas. Estos últimos, debido seguramente a la estética y comodidad que brindan, se han hecho muy populares.
Se trata de cordones para sujetar las mascarillas con pinzas. Cadenas como las de las gafas reinventadas y pensadas para llevar estos productos sanitaros colgados como si de un collar se tratara. Y similares a las que se añadieron hace tiempo a las fundas de nuestros móviles para llevarlos al cuello y tenerlos siempre a mano.
Los hay de todo tipo: de hilos de colores, perlitas, cadenas... Y los puedes encontrar en tiendas donde los venden especificando su uso para este fin o adquirir uno destinado a llevar las gafas y adaptarlo. Pero, ¿son recomendables?
Según Marían García, más conocida como @boticariagarcía, doctora en Farmacia, este tipo de accesorios para las mascarillas "son una guarrada". La experta insiste en que "las mascarillas no son sombreros, ni collares... ni medallas de la Virgen del Carmen para llevar colgando". E invita a hacer la siguiente reflexión: "¿tú antes te colgabas los clínex al cuello para usarlos más tarde? Si la respuesta es no, ¿te parece ahora razonable colgarte una mascarilla llena de babas y potenciales patógenos para que vaya libre rozándose y enganchándose con lo primero que pille?".
Como deja claro en sus declaraciones, ella desaconseja por completo el uso de las cadenas y subraya que no vale eso de decir que "la mascarilla va con la mierda hacia dentro" porque un clínex con la mierda hacia adentro tampoco te lo cuelgas.
En la misma línea, Esther Samper (@Shora), Dra. en medicina regenerativa, nos explica que "desde un punto de vista sanitario no es recomendable". Ella argumenta que usar una de estas cadenas para colgar no es muy diferente a llevar la mascarilla en el codo (práctica totalmente desaconsejada). "Por un lado puedes contaminar la ropa y si, además, llevas bastante suelta la mascarilla, accidentalmente puedes contaminar otras superficies".
Por lo que este accesorio, en el que jamás habríamos pensado hace unos meses antes de que la pandemia llegara, es bastante polémico. Como reflexionan García y Samper, denota una necesidad de convertir el objeto sanitario en un complemento de moda.
"Me preocupa la urgencia con la que queremos convertir un elemento de seguridad en un complemento de moda. Me parece maravilloso querer normalizar el uso de la mascarilla, cuanto más cómodas y bonitas sean más se las pondrá la gente, pero no todo vale. Lo primero es la seguridad y los cacharritos de este tipo sobran". - Boticaria García.
Se estén convirtiendo en un complemento de moda y no hay que olvidar el lado sanitario. Lo imprescindible es la funcionalidad y evitar los contagios. - Esther Samper.
Las expertas terminan aclarando qué es más adecuado usar para guardarlas cuando no las estemos utilizando:
"Un sobre de papel es suficiente para guardar la mascarilla en el bolso, o en el bolsillo si no llevas bolso, mientras te tomas algo en una terraza. Que es de las pocas circunstancias para lo que me parece razonable quitarse la mascarilla", indica Boticaria García.
"La recomendación universal si no la usas es ponerla en un sobre o en una bolsa de tela específica para ella, así minimizas cualquier contacto posible que es lo más normal que pase si la llevas suelta", declara la Dra. Samper. Además, ella va más allá y nos indica que las cajitas de plástico que se han popularizado "no son tan recomendables porque como no transpiran puede acumularse la humedad", aún así, "si las usamos para guardar las mascarillas durante un rato corto no debería ser problemático".
Fotos | @eliou_, O Cordel, Juan Vidal