Muchas veces en lugar de acudir al gym para seguir el paso a paso de las clases de pilates, preferimos optar por practicar los ejercicios que conforman dicha disciplina desde la comodidad de nuestra casa, o en su defecto, ahora que el buen tiempo ya ha llegado, en el exterior, ya sea en jardines o parques de la ciudad o en espacios verdes en las zonas de campo. Y es que si algo nos gusta de este deporte es la versatilidad que el mismo nos proporciona para su ejecución.
El pilates nos ofrece una gran variedad de ejercicios con los que podemos conformar nuestras propias rutinas fitness, pero existen algunos de ellos en los que las pesas son las protagonistas de los mismos, y es que incluyéndolas, conseguimos resultados más evidentes en menos tiempo. Una gran opción para optar por ese plus de dificultad en nuestras sesiones de dicha disciplina.
A la hora de incorporar pesos en nuestra rutina de pilates, debemos de tener en cuenta varias cosas. La primera sería elegir pesos más ligeros, ya que lo esencial es saber ejecutar primero los los movimientos sin las pesas y un vez que conocemos la técnica, las pesas nos ayudarían a aumentar la carga para aumentar la fuerza, siempre de una forma lenta y progresiva para evitar posibles lesiones. Para comenzar es ideal empezar con 0,5 kg e ir subiendo poco a poco hasta un máximo de 2kg.
Es importante conocer que el pilates trabaja la musculatura del cuerpo, por lo que al añadir peso sobre el mismo podría ayudar a el modelado de las ciertas zonas del cuerpo que suelen ser más complicadas de tonificar. Entre las mismas cabe destacar su eficiencia a la hora de decir adiós a las conocidas como "alas de murciélago" en los brazos, y es que las pesas son un accesorio perfecto de los entrenamientos de pilates para presumir de bíceps duros como rocas.
Como normalmente sujetamos las pesas con las manos, además de los bíceps, los músculos que más se ven beneficiados con la incorporación del peso son los pectorales, el trapecio, el dorsal ancho, los rotadores del hombro, el deltoides, los tríceps, y los músculos del antebrazo que mueven y fortalecen las muñecas.
También es importante tener en cuenta que añadir pesas a los entrenamientos de pilates, supone un paso más en los mismos, de forma que si vas a iniciarte en esta práctica, lo ideal es empezar poco a poco, apostando por los ejercicios clásicos sin recurrir a añadir peso, y con el tiempo, a medida que vamos avanzando en la disciplina podemos ir añadiendo peso en los movimientos de forma progresiva.
Fotos | Elina Fairytale en Pexels
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