Lo admitimos: seguimos sin recuperarnos del final de Stranger Things 4. Estamos obsesionadas (en el buen sentido) con la que es por derecho una de las mejores series de Netflix de su historia.
Por eso mientras buceamos entre teoría y teoría (las que más nos gusta es esta que lo relaciona con Marvel), buscamos algo que nos haga olvidar Stranger Things aunque sea solo por un rato, y hemos encontrado una miniserie que lo ha conseguido.
Está protagonizada por Lana Condor y Zoe Margaret Colletti, se llama Qué susto, tía y aún no ha escalado en el ranking, por lo que puede que te haya pasado desapercibida. Hasta ahora, porque esta miniserie de comedia es nuestra recomendación semanal.
Qué susto, tía, la nueva comedia de Lana Condor en Netflix
Aunque el género de terror es el que suele ir más acompañado de fantasmas, también hay comedias (como esta) que los aprovechan para darnos el humor que merecemos. A la coctelera, además de fantasmas y risa añadimos una Lana Condor muy divertida, dos adolescentes marginadas y una cuenta pendiente que saldar para cruzar al otro lado.
En algunos momentos nos recuerda a Súper Empollonas, la ópera prima de Olvia Wilde, que comenzaba igual que esta serie, con dos amigas más centradas en sacar buenas notas para ir a una buena universidad que decidían pegarse una buena fiesta (como estas chicas que se van de juerga en el cine). La diferencia es que un alce lo complica todo y Erika Vu (conocida en el instituto como Helen Who) termina debajo y muerta.
Ahora tendrá que averiguar cuál es su asunto pendiente antes de cruzar al otro lado y despedirse del mundo real. Entre todo esto Erika y su amiga Gia encuentran compañeras abusonas, crushes y más fiesta porque estar muerta no significa no poder divertirse.
Una Lana Condor especialmente divertida que descubre que la adolescencia es dura, también si eres un fantasma. Madurar es parte del proceso, y es lo que hace la protagonista de esta historia mientras la serie nos recuerda de forma irremediable a las películas clásicas de los ochenta del género.
¿Lo mejor? El formato de sitcom de menos de media hora por capítulo de Qué susto, tía que hace que esta serie sea tremendamente fácil de ver. ¿Lo peor? Que cuando quieras darte cuenta te habrás bebido los ocho capítulos de la miniserie.
Tiene ritmo, es entretenida y nos ha gustado lo fácil que se deja ver. Una de esas series de fin de semana que enganchan y que te verás de una sentada mientras el aire del ventilador azota tu cara en plena ola de calor (mejor si es uno cuqui como este de Leroy Merlin).
Fotos | Qué susto, tía
