Los nervios siempre van a estar presentes, pero también podemos sobreponernos a ellos cuando de disfrutar del sexo se refiere, y es que, cuando tenemos un encuentro con nuestra pareja surgen un montón de sensaciones y dudas que pueden sobrepasarnos que puede arruinar el momento, sin embargo, hay técnicas con las que, como si tuvieras un interruptor en la cabeza, puedes apagar las voces internas que surgen en esos momentos de intimidad.
Pensar en exceso durante la intimidad sexual puede ser una experiencia frustrante y común tanto para hombres como para mujeres, ya que los pensamientos intrusivos pueden abarcar desde preocupaciones sobre el desempeño hasta dudas sobre la propia imagen corporal, lo que dificulta la relajación y el disfrutar del momento.
Si alguna vez has tenido relaciones sexuales tan placenteras que olvidaste que existía el mundo exterior, probablemente no te sorprenderá saber que las mejores experiencias sexuales tienden a ser aquellas en las que estás completamente presente.
"Si estás en el momento, tu mente no te lleva a lugares lejanos en los que puedes disfrutar", comenta la terapeuta sexual certificada Marissa Nelson, terapista familiar y de pareja, que agrega: "Si, por otro lado, estás en tu cuerpo sintiéndote conectado, experimentarás todo el placer y las sensaciones que están sucediendo".
La ansiedad como factor de la insatisfacción sexual
La ansiedad puede tener un impacto significativo en la vida sexual de una persona, tanto a nivel físico como emocional, entre los cuales destacan las inseguridades que tienen que ver con el cuerpo y el desempeño en el sexo, como puede ser la dificultad para la excitación y la lubricación, ya que la ansiedad puede desencadenar la respuesta de "lucha o huida" del cuerpo que desvía el flujo sanguíneo de los genitales y dificulta la excitación. En las mujeres, la ansiedad también puede interferir con la producción de lubricación vaginal que impide una penetración placentera.
Los factores emocionales que interfieren en el placer sexual afectan más a los hombres que a las mujeres, y es que éstos están vinculados al miedo a no rendir bien o a no satisfacer a la pareja, lo que genera una gran ansiedad durante el sexo que dificulta la relajación y el placer del encuentro sexual.
Además, la ansiedad puede inhibir la comunicación abierta y honesta sobre las necesidades y preferencias sexuales, lo que da origen a malentendidos, resentimientos y frustración en la pareja, impidiendo lograr encuentros placenteros.
¿Cómo dejar de pensar y comenzar a disfrutar?
Cuando estás divagando dentro de tu cabeza, tu atención puede centrarse en cualquier cosa menos en el presente. A veces, una distracción común y corriente como un correo que no mandaste en el trabajo o una lista de compra que no has hecho pueden invadir tus pensamientos en ese momento, pero muchas veces la gente piensa demasiado en el sexo en sí.
Bueno, más específicamente, piensan en sus ansiedades, inseguridades y otros complejos relacionados con el sexo: "¿Qué cara estoy poniendo? ¿Estoy satisfaciendo a mi pareja? ¿Qué piensa de mi cuerpo?" Éstos y muchos más pensamientos de inseguridad se pueden erradicar para disfrutar más de los encuentros en pareja, aplicando estos prácticos consejos:
Reconoce el problema
Las personas con ansiedad que sobre piensan cuando están en el acto sexual tienden a evitar la situación como mecanismo de afrontamiento una práctica que agrava la cuestión: “Fuera del dormitorio, la ansiedad sexual pone mucho estrés en la relación. Puede infiltrarse en otras partes de la relación y, de repente, uno se pelea por cosas por las que normalmente no se pelea”, comenta el sexólogo Jean Pappalardo.
Por lo que afrontar el problema de frente y hablarlo con la pareja ayuda demasiado a que este tipo de problemas puedas erradicarse.
Disfruta el momento
Nada más fácil que dejarse llevar por la situación y disfrutar del momento conforme van sucediendo las cosas, y es que, como lo comenta la sexóloga y profesora Yvonne Fulbright: "La atención plena es el contraataque perfecto a la ansiedad sexual, ya que frustra las preocupaciones sobre males inminentes al invitarte a estar completamente presente en el aquí y ahora".
Y es que, en lugar de pensar que hay una forma correcta o incorrecta de sentir o pensar en un momento dado, practicar la aceptación y simplemente se consciente de ser, en última instancia reduce los niveles de estrés y de preocupación para disfrutar el momento presente.
Es importante destacar que la relación entre la ansiedad y la insatisfacción sexual es compleja y multifactorial. Existen otros factores que pueden contribuir a la disfunción sexual, como problemas de pareja, traumas sexuales, desequilibrios hormonales y condiciones médicas.
Si la ansiedad está afectando tu vida sexual, es importante buscar ayuda profesional. Un terapeuta sexual puede ayudarte a identificar las causas subyacentes de tu ansiedad, desarrollar estrategias para manejarla y mejorar tu satisfacción sexual.
Foto de Ana Maria Moroz
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