A raíz de varios escándalos en donde se dio a conocer que varias selecciones deportivas y deportistas de alto rendimiento tenían encuentros sexuales previo a sus partidos y competencias, se ha debatido si, en verdad, el sexo ayuda al desempeño en actividades deportivas, aunque la ciencia no ha declarado nada concreto al respecto, lo cierto es que una mala experiencia o desempeño sexual puede amargarle el día a cualquiera, por ello, cuando se trata de deportistas de élite, el Comité Olímpico Internacional lo ha tenido claro: quieren que los deportistas disfruten del sexo como una amenidad más de su villa olímpica.
Como parte de una conferencia de prensa en la que el tema de la salud mental fue el punto principal, se anunció que se pondrán a disposición de los atletas (y personal de la villa) 200.000 condones masculinos, 20.000 condones femeninos y 10.000 barreras dentales.
Aunque esta organización de los Juegos Olímpicos ponga dentro del foco la salud sexual y el placer de los atletas, lo cierto es que la cantidad de preservativos en esta edición será mucho menos que la de Rio 2016, en Brasil, donde se distribuyeron 450.000 condones, incluidos (por primera vez) 100.000 femeninos.
Sexo entre olímpicos: de la prohibición a la resignación
El debate comenzó en Tokio 2020 cuando los organizadores, en conjunto con el Comité, decidieron diseñar unas camas anti-sexo que, supuestamente, se crearon para resistir sólo el peso de una sola persona: por su construcción en cartón, estaban pensadas sólo para lo que muchas personas creen que es una cama: dormir.
Sin embargo, varios atletas en sus cuentas de TikTok han compartido su experiencia con este tipo de mobiliario, en donde han demostrado que, en realidad, las camas de cartón soportan mucho más que el peso de una persona, y como muestra, la prueba de un atleta en la que se puede ver que la cama resiste la prueba de varios saltos, como lo vemos en el video del gimnasta neerlandés Rhys Mcclenaghan.
@rhysmcc1 Paris Olympics “Anti-sex beds” debunked (again)
♬ original sound - Rhys Mcclenaghan
Si bien se puede pensar que dormir en una cama de cartón puede ser muy incómodo, lo cierto es que, para esta edición, la villa Olímpica de París ha puesto a disposición de los atletas tres tipos de colchones con diferentes grosores, para que ellos elijan el nivel de descanso después de su desempeño (o la comodidad para cuando quieran hacer otra cosa).
Barreras bucales: una apuesta para las relaciones entre mujeres
Apostando por la inclusión más allá de las justas deportivas, los organizadores han pensado también en los encuentros lésbicos entre las atletas, poniendo a su disposición 10.000 barreras dentales un anticonceptivo hecho de látex o nitrilo utilizado para la prevención de ETS provocadas por el intercambio de fluidos o del contacto piel a piel.
Con la decisión de centrarse en el placer sexual de los atletas en sus encuentros íntimos después de sus encuentros en la cancha o los estadios, esta organización ha apostado por reescribir los tabúes de las relaciones sexuales entre competidores, para hacer que la sexualidad, vista desde una forma positiva contribuya a construir una mayor autonomía sobre su bienestar.
Foto de Mika Baumeister en Unsplash
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