Cuando hablamos de BDSM lo hacemos del acrónimo que engloba varias disciplinas eróticas diferentes: Bondage-Disciplina, Dominación-Sumisión y Sadismo-Masoquismo. El BDSM suele utilizarse como término general aunque no todos los que lo practican lo hacen en todos los términos.
El Bondage por ejemplo es lo que denominaríamos como el arte de atar (con infinidad de prácticas diferentes dentro del término como el Shibari) y la disciplina, lo que practica la persona atada. La Dominación como un conjunto de prácticas para someter a un sumiso o “esclavo”, que pueden ir desde decirle cómo vestir hasta decirle si puede o no hablar, por ponerte un ejemplo. Así, la Sumisión podríamos decir que es la obediencia absoluta a un dominante.
En el caso del Sadismo y el Masoquismo existen numerosos matices en la práctica, pero simplificando muy mucho, el primero es un comportamiento sexual en el que infligir sufrimiento físico o psíquico a otra persona nos produciría excitación, y el segundo, el Masoquismo, un rol en el que recibir ese “sufrimiento” nos excitaría.
Hemos hablado con Valérie Tasso, escritora, sexóloga y embajadora de LELO, para que nos aclare algunas cosas sobre el BDSM y aconseje como experta si queremos iniciarnos en la práctica.
Según afirma la sexóloga el BDSM es, simplificando mucho, un juego de rol en el que existe una teatralización y en el que los participantes llegan a un acuerdo entre todas las partes antes de llevarlo a cabo.
Lo primero que hay que saber de continuar es que el BDSM no es sinónimo de dolor, a pesar de que películas como Cincuenta sombras de Grey nos hayan hecho creer en el pasado justo lo contrario. Valérie Tasso nos explica que “muchas personas conocen el BDSM como sadomasoquismo, un término relacionado con la brutalidad y la violencia” que no es aplicable al 100% de las prácticas.
De hecho, el grado de intensidad de las sesiones de BDSM dependerá exclusivamente de los participantes.“No tenemos que ver el BDSM como una fuente de dolor sino como una fuente de placer usando, en algunas prácticas (no en todas) el dolor para conseguirlo.”
Cómo decirle a mi pareja que quiero practicar BDSM
Cuándo le preguntamos a la experta cómo tenemos que plantear este tipo de actividades en pareja, lo tiene claro “Compartir los deseos y/o fantasías a través de la comunicación es clave para que una pareja pueda llegar a ser sólida, así que lo haremos de la manera más honesta y sincera posible.”
Expresar este tipo de deseos puede no ser fácil, nos confiesa, pero “mis ganas de probar BDSM tienen que compartirse con mi pareja, sin presión pero sin miedo a ser juzgado/a, ya que es con quien voy a practicar este tipo de juegos”. Al final con esta práctica ocurre como con cualquier otra, y la comunicación como ya te hemos explicado en más ocasiones, es vital en el sexo.
Y si no tengo pareja, la sinceridad es también clave. La experta nos recomienda entrar en grupos o foros especializados. “Una vez conozcamos a alguien con quien practicarlo, los pasos a seguir son los mismos que deberías llevar a cabo con cualquier tipo de relación; conocer poco a poco a la persona, generar confianza mutua, conocer los gustos, etc.
Cuando llegue el momento de compartir las preferencias eróticas hay que ser absolutamente sinceros sobre lo que estamos dispuestos o no a hacer y establecer límites que jamás tienen que ser rebasados.”
Valérie no recomienda las redes sociales ni las apps de citas como opción para practicar BDSM por primera vez. “Hay una proliferación exagerada de personas que se dicen amantes del BDSM y es muy difícil saber si es cierto o no y, si lo es, es muy complicado saber si estas personas son de fiar.”
Sigue siempre las normas básicas en el BDSM (sea o no tu primera vez)
Según nos explica la experta las recomendaciones son las mismas si es tu primera vez o si ya lo has hecho antes, e iguales si lo haces en casa o fuera de ella. Es vital seguir las normas básicas, que son las mismas para todo el mundo y son las llamadas tres ces: comunicación, consenso y confianza.
En el BDSM la comunicación es clave para aclarar qué queremos, el consenso es necesario para establecer los límites en los que ambos os sintáis cómodos y la confianza es vital. “Por ejemplo, si vas a permitir que alguien te rodee con una cuerda -y aunque siempre debemos hacerlo de modo que, dado el momento, la persona pueda ser desatada en cuestión de segundos-, está claro que debe haber una confianza extrema.”
“Es imprescindible establecer límites. Si la otra persona no está dispuesta a cumplirlos, no sigas adelante. Nunca debemos hacer nada que no queramos o con lo que no nos sintamos del todo cómodos.” Y además, antes de iniciar una sesión es importante elegir una palabra de seguridad que, “si se pronuncia durante el juego, pondrá fin de inmediato a lo que se estaba haciendo”.
Cómo decidir el rol en el BDSM
“La forma más fácil de saber si nos gusta algo es, simple y llanamente, probándolo, siempre y cuando haya cierta predisposición a ello, obviamente.” No existe una fórmula mágica que nos indique si nos identificamos más con el rol dominante o con el de sumiso.
La sexóloga aclara que “hay a quien le gusta adoptar ambos roles, dependiendo de con quién lo practiquen o, simplemente, del estado anímico del día. Lo bueno del sexo es que no estamos obligados a elegir una cosa u otra, sino que hay infinitos matices.” Y sí, a pesar de que en las películas aparezca en más ocasiones el personaje femenino como sumiso (Cincuenta sombras de Grey, 365 días, Secretary…), no existe para nada una regla que asocie el rol en el BDSM con el género sexual.
Déjate llevar y aparca a un lado los prejuicios
“El BDSM ha sido mal visto durante muchísimo tiempo, por desconocimiento e ignorancia (por nada más).” Olvídate de lo que crees saber sobre el tema y sigue el consejo de Valérie que nos invita a indagar más en las prácticas eróticas. “No solamente aprenderemos sobre este tema sino también sobre nosotros mismos”. Podemos descubrir que “es un mundo que puede resultar realmente placentero.”
Olvídate de las prisas
En el mundo de los orgasmos rápidos y las prisas, solemos ser muy impacientes también en el sexo, tal y como nos explica la sexóloga. Abrazar el slow sex y practicar el positivismo sexual puede ser una buena forma de quitarnos esa costumbre de correr, y Valérie explica que “en el BDSM es especialmente importante darnos tiempo, ir explorando y descubriendo nuestra propia sexualidad. Será esto lo que más nos ayude a disfrutar al máximo del BDSM, en lugar de frustrarnos a la primera de cambio.”
Las ganas, requisito indispensable para practicarlo
Hay juguetes indicados para el BDSM, como las cintas de placer BOA o el plumero TANTRA, aunque cualquier juguete erótico puede incluirse en el BDSM. Succionadores de clítoris como el SONA 2 Cruise o masajeadores de pene como el F1SV2 de LELO pueden formar parte de la dinámica.
Cintas de placer BOA de seda y en color rojo.
Plumero TANTRA de plumas con mango de metal pulido y acrílico.
Succionador de clítoris SONA™ 2 Cruise Cerise
F1S™ V2 Red. Masturbador masculino de tubo. Consola sextech con interfaz abierta
Podemos usar cuerdas, antifaces, máscaras, látigos o palas, según lo que nos apetezca probar, aunque lo único imprescindible y lo más importante según Valérie Tasso para practicar el BDSM son las ganas.
Cuerda de cáñamo de imitación de 10 m de alta calidad con metal liso en el extremo, cuerda de bricolaje hecha a mano, cuerda para el hogar, cuerda para fiesta de juegos de rol.
Venda Ojos de Satén, 2 Pack Mascaras Eroticas Banda de Covers Dormido Vendas para Dormir, Máscara de Dormir para Adultos Parejas 150 Cm, Negro y Negro Rojo
EDYellow Látigo de domesticación de Cuero PU, látigo de Montar, multifunción para relajar el Ritmo Muscular, Aumentar la Felicidad Sports Fitness
Juguete de cuero de PU de paleta de azotes, juguete burlón burlón esclavo - Sé su maestro
Lovone Bondage Set el Juego BDSM Más Grande con 18 Piezas Perfecto para Principiantes y Experimentados Set de Esclavitud SM Restricciones con Esposas con Máscara para Los Ojos Juguetes
La sexóloga también nos habla del dress code, que “es para muchos ese toque extra de teatralidad y morbo. Se suelen utilizar prendas elaboradas con látex, PVC o cuero. Al adaptarse perfectamente al cuerpo, parecen una segunda piel que se dota de simbolismo y resulta muy erótica para mucha gente.”
Los clubes de BDSM, ¿sí o no?
“Es importante saber que entrar en un club de este tipo no es como entrar en un bar cualquiera”, nos explica Valérie, y añade que “entrar no significa que estés obligada/o a jugar. Nadie, en un club que se precie, te obligará a hacer algo que no quieras.”
Desaconseja tajantemente ir la primera vez sola, y explica que “quienes practican BDSM se toman muy en serio todas las ‘reglas’ que giran en torno a esta erótica. Por ello, entrar en uno de estos clubes es complicado y, muchas veces, necesitaremos ir recomendados por parte de alguien. No son lugares que estén pensados para el tipo que quiere que le den un par de azotes o la mujer que quiere que le aten las manos, sino que va mucho más allá. Son lugares en los que además del placer, el compromiso por el respeto es fundamental. Entrar en un club es como entrar en un templo.”
Cualquiera puede practicar BDSM en casa y “en mayor o menor medida, todos hemos disfrutado con prácticas que pertenecen a este ámbito, como un azote consentido o atar a nuestra pareja con una corbata.” Ahora solo queda dar un paso más si es que realmente lo deseamos y teniendo siempre presentes las tres C: Comunicación, Consenso y Confianza.
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Fotos | Secretary, Bonding, Cincuenta sombras de Grey, 365 días