¿Sabías que te pueden caer hasta 3 años de prisión por viajar con un vibrador a donde no debes? Hay muchas reglas no escritas sobre cómo viajar en avión con un juguete erótico, y aquí te las contamos para que no te arriesgues a que tomen tu “amiguito” por una bomba o un arma y pases un mal rato que te puedes ahorrar.
Estás en el aeropuerto, esperando a pasar el control de seguridad, y la responsable dice que saqueis todos los aparatos electrónicos. Te entra un sudor frio. ¿Todos? Decides no sacarlo. Total, tampoco sacas las tijeritas y nunca te ha pasado nada. Empiezas a pensar que igual deberías haberlo metido enla maleta que facturabas. Pones la maleta en la cinta de los rayos x, y al hacerlo, le das un golpe sin querer. Tu maleta empieza a vibrar. El personal de seguridad empieza a gritar. "¡¿De quién es esta maleta?!" creen que se puede tratar de una bomba. Dos horas más tarde y no solo has perdido el vuelo, si no que también has hecho que cierren la terminal, porque pensaban que estabas intentando volar el aeropuerto por los aires con tu juguete sexual.
Buena manera de empezar tu descanso veraniego.
Por suerte, viajar con tu sex toy no siempre tiene que acabar así de mal. Hemos consultado con varias fuentes, y te podemos ayudar para asegurarnos de que vueles cómodamente, y disfrutes plenamente de tus merecidas vacaciones.
¿Facturo a mi "amiguito"?
Primero, si estás planeando llevarte un sex toy de vacaciones, lo mejor, y más seguro, es que factures.
Así que si puedes, mete tu "amiguito" en la maleta grande, de esta manera no tendrás que preocuparte de limitaciones de tamaño, etc.
No obstante, ten en cuenta que en la página oficial del TSA pone que se permite llevar “juguetes para adultos” tanto en la maleta facturada como en la de mano, así que la decisión es tuya.
En la maleta de mano
Una vez dicho eso, es verdad que hay veces viajas más ligera, y solo tienes maletas de mano que irán contigo en cabina. Si este es el caso, hay varias precauciones que deberías tomar, para que no confundan tu vibrador con una bomba (Dios nos libre) como les pasó a una pobre pareja en un aeropuerto de Alemania.
Primero, según Travel and Leisure, es esencial que le quites las pilas a tu vibrador, o, si es de los que se carga, asegurate de que esté sin batería cuando llegue el momento de ir al aeropuerto.
Después, mételo en una bolsa de plástico, igual a las que vas a tener que guardar los líquidos. Así, si te registran la maleta, cómo explica un artículo de SFGate, los agentes de seguridad podrán ver a simple vista de qué se trata ese objeto sospechosob de forma alargada que han visto en sus pantallas al escanear tu equipaje.
Además, de esta forma, evitarás que toquen tu juguete con sus guantes, que llevan tocando zapatos, gente, y maletas todo el día.
Que no se te olvide tampoco que el lubricante cuenta como líquido, así que también tendrás que meterlo en una de estas bolsitas (ojo que tiene que ser como mucho de 100ml para poder ir en cabina).
Hablando de límites, aquí, el tamaño sí que importa, ya que si tu juguete supera los 17,5cm no lo podrás llevar en el avión, como comenta Food and Travel. La razón es sencilla, si pasa de estas medidas está considerado un arma que puedes utilizar para aturdir. Así que tu amiguito estará en la categoría de los nunchucks, y otros como los puños americanos. Todos ellos objetos prohibidos en cabina, de acuerdo con SFGate, así que me temo que lo tendrás que dejar en casa, y elegir un juguete más pequeño para tu verano.
Por otra parte, en Food and Travel nos recomiendan que optes por llevarte juguetes que sean bastante obvios y que se puedan identificar a primera vista.
Es decir, si quieres ahorrarte la incomodidad de un agente preguntándote qué es lo que llevas en la maleta, igual es una buena idea llevar un juguete que tenga una forma que no deje lugar a dudas (léase con forma fálica).
Finalmente, Travel and Leisure también nos dice que es esencial que dejes los nervios en casa. No hay nada de lo que avergonzarse, y si empiezas a estresarte al pasar el punto de control, los agentes se van a dar cuenta, y ahí si que te van a revisar la maleta.
Ten en cuenta que están entrenados para detectar a la gente que parece que esconde algo y que está visiblemente incómoda, así que tu tranquila, al fin y al cabo es su trabajo.
Si, por algún casual, resulta que un agente de seguridad decide revisar tu equipaje, asúmelo. No has hecho nada malo, y cuando te pregunten acerca del objeto extraño que llevas en la maleta, lo mejor siempre va a ser responder la pregunta con sinceridad. Estate segura de que tu juguete no va a ser lo más raro que se han encontrado en un equipaje.
De todos modos, SFGate nos comenta que si no quieres que el agente revise tu maleta delante del resto de pasajeros del avión, siempre puedes pedir que lo hagan en privado. Así que eso solucionado.
Por mensajería
Sin embargo, como recalca Food and Travel, si todo esto te está causando estrés solo de pensarlo, siempre tienes la opción de mandar tu juguete por correo a tu destino.
Pero, ten en cuenta que esto va a requerir cierto nivel de organización, ya que tendrás que calcular para que tu paquete te esté esperando cuando bajes del avión.
Cuando es mejor que tu "amiguito" se quede en casa
Desgraciadamente, según una investigación de Amantis, si vas a países como Malaui, Etiopía, o Vietnam, es mejor que te olvides de tu juguete. Estos países “penan delitos que atentan contra el pudor”, y es mejor no tentar a la suerte.
En Vietnam por ejemplo, te confiscarían el juguete nada más llegar al aeropuerto, y, aunque te lo devuelvan al salir del país, es una experiencia que te puedes ahorrar.
Además, esta investigación también señala que es mejor evitar otros países como Arabia Saudí, Baréin, China, Cuba, Egipto, Emiratos Árabes, Gambia, Indonesia, India, Irán, Kenia, Kuwait, Malasia, Singapur. Estos países "penan la pornografía", y consideran juguetes eróticos como materiales pornograficos, por lo que es mejor no llevar ninguno si tu lugar de destino se encuentra en esta lista.
Por último, otro sitio al que mejor no acercarse con uno de estos juguetes es el estado de Alabama, en Estados Unidos. Aquí, los juguetes están criminalizados desde 1998, cuando se aprobó la Ley de Ejecución Anti-Obscenidad.
