La salud cognitiva depende de muchos factores, sobre todo, y algunos de ellos son los hábitos de vida que hayamos tenido a lo largo de la vida. Entre ellos, sabemos que la alimentación es crucial para la salud en general, y para la cerebral en concreto, y es que, puede llegar prevenir el riesgo de sufrir ciertas enfermedades como es el caso de la pérdida de memoria, demencias y deterioro cognitivo, en general.
Pero esto no lo digo yo, sino que lo dicen los expertos y las investigaciones realizadas al respecto, concretamente, la profesora de Harvard Uma Naidoo, la dice que la alimentación puede afectar directamente al cerebro y evitar el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzhéimer o el Parkinson, y así lo explica en su libro Lo que la comida le hace a tu cerebro y Calma tu cerebro con comida.
Y, al igual que una dieta variada y equilibrada es fundamental para nuestro organismo, evitar ciertos alimentos que se consideran malos para la salud, y para los que se recomienda un consumo ocasional, también lo es debido a su mala influencia que estos pueden tener para la salud cognitiva, tal y como explica este artículo que publica la CNBC. Pero, ¿cuáles son esos alimentos que debemos evitar en nuestra dieta todo lo posible?
1. Azúcares añadidos
El cerebro utiliza energía en forma de glucosa, un tipo de azúcar, para alimentar las actividades celulares. Sin embargo, una dieta alta en azúcar puede conducir a un exceso de glucosa en el cerebro, lo que, según estudios, se asocia con problemas de memoria y una menor plasticidad en el hipocampo, la parte del cerebro que controla la memoria.
Consumir alimentos procesados no saludables, como productos de panadería y refrescos, que suelen estar cargados de azúcares refinados y añadidos inundan el cerebro con demasiada glucosa, dice la experta en su artículo.
2. Alimentos fritos
Patatas fritas, la tempura, los filetes empanados... no son la mejor opción para la salud cerebral. De hecho, la nutricionista pone de ejemplo un estudio que incluyó a 18.080 personas encontró que una dieta alta en alimentos fritos se asoció con puntuaciones más bajas en aprendizaje y memoria. La razón probable: estos placeres culpables provocan inflamación, lo que puede dañar los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro.
En el mismo artículo, la nutricionista menciona otro estudio en el que se examinó a 715 personas y midió sus niveles de depresión y resiliencia mental, y también incluyó el nivel de consumo de alimentos fritos. Como era de esperar, los investigadores encontraron que aquellos que consumían más alimentos fritos tenían más probabilidades de desarrollar depresión a lo largo de su vida. “Si comes alimentos fritos diariamente, intenta reducir a una vez por semana”, recomienda.
3. Carbohidratos de alta carga glucémica
Los alimentos altos en carbohidratos como el pan, la pasta y las harinas refinadas no tienen un sabor dulce pero el cuerpo los procesa de manera similar a los azúcares.
Esto significa que también pueden aumentar el riesgo de depresión. “No te alarmes, ¡no te voy a sugerir que elimines los carbohidratos de tu dieta por completo! Pero la calidad de los carbohidratos que consumes importa”, asegura.
En 2018, investigadores intentaron evaluar qué carbohidratos podrían estar asociados con la depresión. Para ello, dieron un cuestionario llamado “índice de calidad de carbohidratos” a 15.546 participantes de un estudio, en el cual los carbohidratos de “mejor calidad” se definieron como granos integrales, alimentos ricos en fibra y aquellos clasificados con un índice glucémico (IG) bajo.
Los investigadores descubrieron que las personas que obtuvieron la puntuación más alta en el índice de calidad de carbohidratos, es decir, que comían carbohidratos de mejor calidad, tenían un 30% menos de probabilidades de desarrollar depresión que aquellos que comían carbohidratos de IG alto.
"Los carbohidratos de IG alto incluían las patatas, el pan blanco y el arroz blanco. La miel, el zumo de naranja y el pan integral tienen un IG medio, y los alimentos de IG bajo serían los vegetales verdes, la mayoría de las frutas, zanahorias crudas, frijoles rojos, garbanzos y lentejas", especifica la nutricionista de Harvard.
4. Alcohol
La experta explica en su artículo que a menudo encuentra personas que viven vidas estresantes entre semana y lo compensan los fines de semana saliendo y bebiendo en exceso como una forma de aliviar tal estrés.
En su artículo explica que la profesora de investigación Archana Singh-Manoux, y directora en el Instituto Francés de Salud e Investigación Médica, y sus colegas siguieron a 9.087 personas durante 23 años para ver cómo el alcohol se relacionaba con la incidencia de demencia. En 2018, en el British Medical Journal, informaron que las personas que se habían abstenido completamente del alcohol o que consumían más de 14 tragos por semana tenían un mayor riesgo de demencia en comparación con aquellos que bebían alcohol con moderación, según cuenta la nutricionista.
5. Nitratos
Son utilizados como conservantes y para mejorar el color en embutidos y carnes curadas como el tocino, el salami y las salchichas, pero, según Naidoo los nitratos pueden estar relacionados con la depresión. La expertadice que un estudio reciente incluso sugiere que estos podrían alterar las bacterias intestinales de tal manera que inclinan la balanza hacia el trastorno bipolar.
Fotos | Nik Jørgen Håland Sérgio Alves Santos de Unsplash y Photo By: Kaboompics.com de Pexels
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