La persona que afirmó que el gris es un color aburrido se equivocaba. A medio camino entre el blanco y el negro, este color ha necesitado años para demostrar que, lejos de la generalizada opinión pública, es un tono neutro que da mucho juego y que va mucho más allá de la oficina. En distintos grados de saturación, el gris es el color perfecto para la temporada otoño-invierno y logra unos total look de infarto.
El street style siempre nos enseña cómo sacarle el máximo partido a las prendas que tenemos en nuestro armario o que deseamos añadir a nuestra colección. En esta ocasión, ponemos un filtro muy simple: que todo sea gris. La unión de distintas prendas de este color forma estilismos sofisticados que no requieren pensar mucho. Además, al ser un tono fácil de combinar, lo podemos mezclar con otras piezas más coloridas para lograr un pop of colour bien ejecutado.
Los trajes de dos piezas son la opción más formal de este combo. En algunas ocasiones, lo puedes lucir con accesorios de la misma paleta cromática o con complementos bañados de animal print. Asimismo, la neutralidad de los outfits que forma nos da la opción de llevarlo tanto con zapatillas deportivas como con botines de punta cuadrada o con botas altas.
Si la versión en color sólido no va contigo, las chicas de moda también nos muestran que es posible apostar por algún estampado. Este otoño imperan los rombos -al estilo collage- o los tradicionales cuadros. Ambas alternativas son aptas tanto para momentos informales como para ocasiones más especiales, todo depende del tipo de prendas que elijas.
Foto de portada | @emitaz
Fotos | Imaxtree
