Desde que ha empezado septiembre tengo un nuevo propósito de vuelta al cole y tiene que ver con mi trabajo. Cuando terminó el verano, sentía que el teletrabajo me estaba pasando factura y que esos trucos que usaba para mejorar mi productividad, no estaban dando los mismos resultados que al principio del año.
Como si de un mantra se tratase me dije eso de renovarse o morir y comencé a investigar cómo aumentaban su productividad algunas de las personas más influyentes del mundo. Por ejemplo, Michelle Obama usa este método de gestión del tiempo y Tim Cook tiene el secreto para ser más productivos en el trabajo que desmonta por completo eso del multitasking que tanto se puso de moda hace unos años.
El último de mis hallazgos es de Steve Jobs. Solo llevo tres días implementándolo en mi día a día y su truco para ser más productiva ya me está dando resultados.
La clave del éxito está en la gestión de la energía. Palabra de Steve Jobs
Naz Beheshti fue asistente de Steve Jobs en Apple. Ahora dirige Prananaz, la empresa de bienestar corporativo que fundó, y autora del libro Pause. Breathe. Choose.: Become the CEO of Your Well-Being. En él nos da algunas claves para priorizar nuestro bienestar, algo que Jobs hacía en su día a día y que en sus propias palabras “le dio la energía, la claridad y la visión para sostener su éxito y construir Apple”, tal y como afirmó en una entrevista a la CNBC.
Pero el secreto de Steve Jobs no estaba realmente ahí. Ni en la gestión del tiempo, que es algo muy útil. Según Beheshti, el truco de Steve Jobs para ser más productivo era la gestión de su energía.
Es posible que pensemos que ser más productivas es tratar de “conseguir” más horas en el día. No se trata de dormir menos ni de trabajar más horas, de hecho existen ya algunos estudios que afirman que si trabajamos cuatro días tendremos menos estrés y que en las semanas laborales de cinco días, uno de ellos no haremos nada.
Si pensamos en la productividad, el descanso es tan necesario como lo es organizarnos bien, porque es imposible rendir correctamente si estamos cansadas o tenemos sueño. El truco de Jobs, va por este camino porque lo que busca es la productividad sin sacrificar el bienestar, y lo hace administrando la carga de trabajo en función de la energía.
Lo primero es analizar nuestro día y averiguar cuáles son las horas en que tenemos más energía. En mi caso, mis horas más productivas son de 9 a 13, cuatro horas que me cunden muchísimo más que seis horas después de comer. Una vez señaladas nuestras “horas productivas” pondremos las tareas más desafiantes, que requieren más concentración o que son más complejas en esa franja, dejando las más livianas para el resto de la jornada laboral. Tan fácil como eso.
Y ahora la buena noticia: funciona. Llevo 3 días haciéndolo, solo me lleva 10 minutos por la mañana y me noto mucho más productiva, sin que el estrés del día a día me lleve por delante. Casi siento que podría levantar un imperio como el de Jobs, aunque tal vez sea fruto de esa energía que te da el sentirte productiva.
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Fotos | Md Mahdi, Carl Heyerdahl y Magnet.me en Unsplash
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