Podríamos decir que las fiestas de Mango son EL evento del año dentro del entorno de faranduelo máximo en la ciudad condal. La gente se engalana con sus mejores opciones y se acerca al lugar citado con ganas de fiesta dejarse ver y hacer check al momento I was there. Sí, como en todos los eventos de este tipo el postureo está presente, pero también hay gente que se acerca a pasárselo bien y lo de anoche no podía ser menos. El ambiente que se respiraba era de nerviosismo: Kendall dejó el listón muy alto y todo el mundo quería estar cerca de la hermanísima Kardashian.
Centenares de personas se agolparon a las puertas que la tienda tiene en las Ramblas
A las 20:30h Trendencias llegaba a la nueva tienda que la firma tiene en pleno corazón de las Ramblas de Barcelona. ¿El escenario? Kaótico. Centenares de personas se agolpaban en el exterior con ganas de ver qué pasaba. ¿Quién hay? Debe haber algún famosillo... Sí, esas conversaciones son frecuentes en un evento así y la gente saca su lado más cotilla y curioso y se planta en medio de la calle sin conocimiento de causa. El agobio de pasar entre la gente hizo que no encontráramos la entrada a la primera, y cuando lo hicimos ¡zas! nos equivocamos y pasamos por el de las celebrities, con miedo de ser abucheados por la muchedumbre que esperaba la carnaza. Una vez dentro tocaba encontrar un buen sitio para empezar a ser partícipe del desfile de rostros conocidos. A cada chillido del exterior la gente se preparaba: Andrés Velencoso rompió más de un corazón con su sonrisa y Caroline de Maigret tuvo que escuchar como alguien le decía a otra persona mira, esta creo que es una blogger de esas...
Kendall is in da house
La mayor de las hermanas Jenner mostró su timidez y no dudó en hacerse selfies con los ahí presentes
Y de repente, un estallido desde fuera hicieron sonar nuestras alarmas: Kendall is in da house bae. Y allí estaba ella, tan alta, tan esbelta, tan... Perfecta. Todo el mundo quedó maravillado y atrapado por la mirada de esta chica que a primera vista puede parecer superficial. Con una sonrisa tímida posó para la prensa y no dudó en hacerse selfies con los más aventurados que se agolparon a la salida del photocall con la esperanza de lograr lo que querían. Eso es valor y lo demás son tonterías, pues enfrentarse a todo el séquito de seguridad no es algo que aconsejen los profesionales. Una vez todo el mundo estaba en el lugar de la fiesta (en el mismo edificio pero en una sala todavía por construir), los men in black aparecieron de nuevo y ella, con los brazos cruzados y la cabeza agachada, se trasladaron a la zona VIP. Y sí, el tiempo que estuvo ahí lo aprovechó para hablar con nuestro querido Andrés. Las habladurías dicen que quizás se intercambiaron los teléfonos móviles, pero nosotros ya estábamos ocupados en bailar al son de la música de The Magician. ¿Lo mejor de la noche? Tener el valor de ir hasta éste y pedirle una canción (o todas) de Justin Bieber. Su cara fue un poema y nos aniquiló con sus ojos a modo rayo láser. Pero debíamos intentarlo...
Una vez más, Mango superó las expectativas y dejó a los asistentes con ganas de más. Es bueno que Barcelona, de vez en cuando, sea protagonista de este tipo de saraos.
Fotos | Trendencias
En Trendencias | El #TribalSpirit de Mango la lía en su fiesta de Barcelona con Kendall Jenner
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