Lograr el fondo de armario perfecto, he aquí la utopía de este 2019. Son muchas las prendas que forman parte de él, sin embargo hay algunos clásicos que jamás de los jamases deben faltar. Entre las prendas estrella encontramos el LBD (little black dress) o lo que es lo mismo, un vestido corto de color negro. El street style nos da cinco razones contundentes para ampliar nuestra colección y vestir a todas horas con esta prenda tan clásica y moderna a la vez.
El drapeado siempre funciona
Con muy poco logramos todo y un minivestido en este color gana fuerza y personalidad cuando se presenta con un drapeado. Por más que pasen los años, se renueven las tendencias y las estaciones del año vayan variando, este tipo de diseño siempre acudirá a nuestro rescate.
Las transparencias pueden ser elegantes
Pese a que a primera vista pueda parecer que no, los LBD marcan la diferencia cuando se presentan con zonas transparentes. De manera sutil y elegante, este tipo de transparencias aportan feminidad al look final.
La versión smoking siempre es un acierto
No es una novedad pero no por ello nos debemos olvidar: los vestidos tipo blazer o smoking son elegantes, femeninos, clásicos y muy estilosos. Añadir una prenda de este tipo a nuestro fondo de armario es una apuesta segura.
El volumen añade diversión al look final
No hace falta recurrir a mucho para ser original y añadir una pizca de diversión al look final. El volumen se encarga de dar un toque diferente a nuestro estilismo y, de paso, añade dramatismo.
Los vestidos-joya son implacables
Ya sea para un evento de etiqueta o para crear un llamativo contraste, siempre viene bien tener un vestido (negro) tipo joya a mano. Si los llevamos con zapatos de tacón seremos las más elegantes y si nos atrevemos con unas zapatillas deportivas (al más puro estilo Gilda Ambrosio) obtendremos el outfit más cool del momento.
Fotos | My Peeptoes