Si últimamente te has dado una vuelta por el catálogo de HBO Max, probablemente te hayas topado con su misterioso nuevo reality. Traitors podría describirse como una suerte de live action del Cluedo o del juego El pueblo duerme, con jugadores que se dividen entre fieles y traidores sin que cada uno sepa a qué grupo pertenencen sus compañeros. Ver cómo figuras como las de Cristina Cifuentes, Apolonia Lapiedra, Sandra Escacena o Leo Margets, entre otros, sospechan e intetan esquivar a la vez las sopechas del resto de concursantes es altamente adictivo. Además, a muchos nos ha servido también para enamorarnos del castillo de Sigüenza.
Tenemos en España un legado medieval tan rico que, por estar tan acostumbrados a tenerlo delante, se nos olvida el saber mirarlo. Es por ello que, cuando se nos presenta desde la pantalla de una plataforma de la talla de HBO, puede sorprendernos de repente la majestuosidad de un castillo a menos de dos horas de Madrid en el que, además, se puede pasar la noche.
En Guadalajara, más concretamente en el municipio de Sigüenza, se encuentra el "decorado" en el que se ha grabado Traitors. Solo que no es un plató y forma parte de la red de Paradores Nacionales de Turismo. Es decir que, por 100 euros la noche, quien quiera puede alojarse entre las cuatro paredes de este castillo que se levantó en el siglo XII a partir de una antigua fortificación árabe, tomada en la Reconquista.
Aunque, durante siete siglos, fue cabeza de la Sede Episcopal de Sigüenza. No obstante, si historia no ha transcurrido tan tranquila como su uso pueda hacernos pensar. De hecho, en 1297 tuvo que ser reconquistado por los vecinos después de que los partidarios del aspirante al trono Alfonso de la Cerda lo tomasen. La clave consistió en prenderle fuego a las puertas de la fortaleza.
Más tarde, en el año 1355, el rey Pedro I de Castilla recluyó allí a su esposa, Doña Blanca de Borbón, para que no sirviese de ayuda a los nobles que querían que entregase la corona. Acabaría siendo asesinada por su marido en 1361 y, por supuesto, la leyenda dice que el espíritu todavía se encuentra entre los muros del castillo.
Además, durante la Guerra de Secesión, vivió en sus aposentos el archiduque Carlos de Austria, pretendiente austriaco y sirvió como fortaleza en las Guerras Carlistas en el siglo XIX. Deteriorado por el paso de los siglos, la Guerra Civil no hizo más que aumentar los daños pero, por suerte, se reconstruyó en 1972.
El patio empedrado, las habitaciones con balcones de madera, la capilla románica del siglo XIII y el comedor abovedado hacen viajar al pasado a sus huespedes. Sin embargo, la experiencia no es frugal ya que las habitaciones combinan lo antiguo con el diseño y los servicios modernos.
Además del Parador, la catedral de Sigüenza sería el lugar más emblemático del lugar. También son visitas obligadas la Casa del Doncel, las iglesias de San Vicente y Santiago, las puertas de entrada a la ciudad o la Plaza Mayor. Aunque, para visita instagrameable la del jardín de la Alcarria...
Con este nombre se conoce popularmente a los campos de lavanda de Brihuega. de hecho, en 2021, el pueblo experimentó un aumento en el turismo más gracias al hashtag #brihuega en Instagram, que se llenó de fotos con sus espectaculares tonalidades violeta.
Hotel Parador de Siguënza
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Foto de portada | HBO Max
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