Ser fotógrafos profesionales parece una buena premisa para conseguir unas fotos de compromiso inolvidables. Algo así debieron de pensar Dale Sharpe y Karlie Russell, propietarios del estudio DK Photography, quienes, pese a residir en Australia, llevan años especializándose en fotografiar auroras boreales. Para ello, han viajado a Islandia, Noruega, Finlandia, Nueva Zelanda y otras localizaciones, buscando el disparo perfecto. Y no parecía de extrañar que ese fuera el escenario elegido por Dale para proponerle matrimonio a Karlie. Lo que seguro que no esperaban era el tortuoso camino que les quedaba por delante.
Y es que hicieron falta dos años de ahorro para que Dale pudiera permitirse el anillo de compromiso que soñaba para Karlie. Durante el primer año, ahorró 4.000 dólares para conseguirlo. Lo metió en el equipaje, bien escondido en un envase de crema hidratante, para que ella no lo encontrara, y se dispuso a emprender un viaje al norte para conseguir la petición perfecta bajo las luces verdes de una aurora boreal.
Con lo que Dale no contaba era con que tuvieran un problema de sobrepeso con el equipaje en el aeropuerto y que Karlie decidiera tirar ese bote de crema hidratante. Sí, precisamente ese que contenía el anillo. Así empezó el segundo año de ahorro de Dale y el viaje a Noruega en el que, esta vez sí, pudo proponerle matrimonio a su novia.
El resultado de esa petición fue una foto perfecta. Romántica y espectacular, sin ningún retoque adicional y con la que, según las palabras de los propios protagonistas, pretenden animar a todo el que la vea a recorrer el mundo.
Imágenes | Instagram DK Photography.
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