Cuando un lugar me gusta y enamora, lo comparto siempre porque compartir es de guapas. Pero cuando se habla maravillas de ese sitio y al llegar es decepcionante, también se dice, que aquí no venimos a hablar solo de lo bueno. Hoy vengo a compartir el monumento más decepcionante de España para mi gusto, a riesgo de que media Cataluña y España se me echen encima.
Hablo del Park Güell de Barcelona, que me pareció el infierno en la tierra. Ojo, que no digo que no sea bonito, pero el estado en el que se visita es tan terrible que no compensa ni que sea una de las obras más emblemáticas de Gaudí. Para empezar, la entrada cuesta ya la friolera de 10 euros, que me parece una barbaridad para tratarse de un parque público.
Pero bueno, es un monumento declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y si hay que pagar un precio abusivo pues se paga. Porque, amigos, eso no es lo peor del Park Güell. La cosa empeora al entrar, con tremendas colas en la entrada que pueden alcanzar casi una hora, a pesar de que la entrada venga con franja horaria.
Con esto llego al mayor drama de este parque: el exceso de gente. Tantísimo sobreturismo y tantísima masificación que es imposible disfrutarlo en su esplendor, tratar de imaginar la paz y tranquilidad que debería proyectar y, muchísimo menos, conseguir una foto bonita.
Las multitudes son agobiantes y sí, sé que es uno de nuestros mayores tesoros artísticos, pero allí no vuelvo. Y antes de que me lancéis a los leones, digo que no estoy sola. De hecho, el Park Güell es considerado el lugar más decepcionante de España por Tripadvisor, y juro que esos cientos de reseñas negativas no son todas mías.
Fotos | @parkguell.
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